Granadas de mortero con guía por GPS para el fuego de precisión.


El ejército estadounidense ha presionado a un suministrador a que acelere la entrega de las grandas de mortero de 120 mm con guía GPS para

su envío a Afganistán, donde su empelo se considera muy útil para evitar bajas civiles, a la vez que se disminuye la cantidad de municiones a transportar.

Las granadas de 120 mm guiadas tienen la suficiente carga explosiva para destruir la mayoría de los objetivos.

Después de una década de investigación y de retrasos, el ejército eligió en 2009 una granada de mortero de 120 mm guiada por GPS, producida por General Dynamics, la RCGM (Roll-Controlled Guided Mortar), que funciona utilizando una espoleta especial que incluye una unidad GPS y unas aletas que permiten a la granada dirigirse al objetivo.

La granada es la misma, por lo que para cambiar las granadas convencionales en granadas guiadas es cambiar la espoleta a la espoleta RCGM. Las nuevas granadas tienen un coste de unos 7.000 dólares.

Una vez elegida el nuevo sistema, el ejército quiere que le sean suministradas cuanto antes, teniendo en cuenta que las granadas guiadas son más baratas y más fáciles de utilizar, lo que es crucial para los morteros de 120 mm porque son de dotación de los batallones y son utilizadas por las unidades en contacto con el enemigo, con las dificultades de municionamiento que supone dicha proximidad. El empleo de las granadas guiadas significa disparar menos granadas para lograr el mismo efecto.

Estas granadas RCGM no es el primer intento de fabricar granadas guiadas de 120 mm. Hace unos años se probaron en Irak y Afganistán las granadas de 120 mm XM395 guiadas por láser, cuyo desarrollo había durado 13 años y había estado a punto de cancelarse por los retrasos. La granada XM395, de 17,3 kg tenía un alcance de 7,5 km y un error circular probable de 1 m del punto señalado por el designador láser. Sin embargo, cuando el enemigo se ocultaba y no se podía apuntar con el designador láser perdían su precisión, por lo que no eran eficaces, lo que ha resuelto el nuevo sistema de guía.

En comparación con las granadas no guiadas, cuyo error circular probable es 136 m y se necesitaban varias granadas para corregir el tiro, con la granada guiada por GPS, que tiene un error circular de 10 m, la primera granada bate al objetivo. Con ese pequeño error probable y la menor carga explosiva (2,2 kg), disminuyen los daños colaterales y pueden utilizarse en combates urbanos.
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