Solar Soldier: Uniforme recolector de energía.


Cualquier persona que lleve consigo varios dispositivos conoce muy de cerca la necesidad de mantenerlos con energía. Una buena administración de baterías se convierte en algo fundamental, y ya existen en el mercado las llamadas celdas personales de energía. Pero en escenarios de combate y ambientes adversos, los soldados necesitan de mucha más energía para mantener activo al equipo que cargan, y no pueden darse el lujo de sufrir “apagones”. ¿Qué solución se está desarrollando? Nada menos que un uniforme capaz de recolectar energía del sol, y del calor emitido por el propio soldado.

Arrojar un insulto al aire porque tu celular acaba de quedarse sin batería es algo común. Que un soldado tenga exactamente el mismo problema mientras que el Sol lo está cocinando a fuego lento en el medio del desierto, es mucho más irónico. Sea usuario promedio de celulares o soldado activo en el campo de batalla, lo cierto es que los requerimientos personales de energía han aumentado considerablemente en los últimos años. Cargar un par de baterías AA en el bolsillo ya no soluciona nada, y las recargas pueden convertirse en algo inviable dependiendo del lugar en el que uno se encuentre. La opción actual para soldados y oficiales es llevar consigo baterías cada vez más grandes, pero de acuerdo al Centro de Ciencias de Investigación Física e Ingeniería en el Reino Unido, pronto existirá una opción mucho más eficiente.

El proyecto conocido como "Solar Soldier" busca desarrollar un uniforme que contenga celdas solares, dispositivos termoeléctricos y baterías de muy bajo peso, con el objetivo de recolectar energía solar durante el día, y del calor corporal generado por el soldado de forma constante. Además de alcanzar una condición energética óptima, el soldado también recibiría una capa extra de camuflaje frente a dispositivos de detección infrarroja, ya que el traje reduciría la firma de calor emitida por su cuerpo. Si en casos extremos, un soldado puede verse obligado a cargar hasta siete kilogramos sólo en concepto de baterías, eliminar ese peso le permitiría alcanzar una mayor resistencia y eficiencia.

En total, el proyecto tiene un presupuesto asignado de poco más de un millón de dólares, y se espera que el primer prototipo esté listo en el mes de diciembre. Además de uniformes, la tecnología podría tener otras aplicaciones, como por ejemplo alimentar de energía a satélites, mantener refrigeradas a medicinas delicadas, y proveer una mejor conservación de alimentos en lugares remotos. Quedan algunos detalles para elaborar, por ejemplo, qué tan cómodo se sentirá el soldado durante esas frías noches en el campo mientras que su uniforme le hace perder calor corporal, pero imaginamos que los ingenieros no dejarán ningún cabo suelto que pueda perjudicar a los soldados.
 
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