China necesita portaaviones.


Los portaaviones se han convertido en parte integral de una buena marina de guerra, cuyas calificaciones se otorgan en gran medida por la presencia o no de los referidos navíos. No es de extrañar entonces que EEUU planeé construir 10 portaaviones de clase Gerald Ford, que pueden servir hasta por 50 años y substituir a 10 naves en servicio. EEUU pondrá en servicio el primer portador de la clase Ford en 2014 y el último en 2048, lo que le ayudará a mantener su dominio en los océanos.

En comparación, China todavía carece de armamento importante, como son los bombarderos estratégicos de largo alcance, los aviones pesados de transporte y los portaaviones. El país todavía espera que su primer portaaviones propicie un salto en su capacidad de defensa naval para surcar aguas profundas.

Dado las circunstancias, China debe desarrollar portaaviones en tres etapas: portaaviones convencionales mejorados de tamaño mediano, portaaviones de propulsión nuclear y navíos gigantes de propulsión nuclear. El país necesita urgentemente su primer portador para aumentar su capacidad de combate. China, sin embargo, debe desarrollar su flota de portaaviones de acuerdo con la naturaleza defensiva de su política de defensa nacional.

Los portaaviones son esenciales para China, sobre todo para defender su territorio y aguas territoriales y promover la paridad entre las grandes potencias. Aunque algunos intentan utilizar la búsqueda de portaaviones por parte del país asiático para justificar su “teoría de la amenaza de China”, la verdad es que el país nunca ha utilizado y nunca utilizará su poderío militar para propósitos expansionistas.

El ministro de Defensa Liang Guanglie ha dicho que China no puede seguir eternamente sin portaaviones, especialmente en atención a la creciente pugna entre poderes a escala mundial. Además, el Libro Blanco sobre Defensa de 2010 enfatiza “los esfuerzos de la Marina de Guerra del Ejército Popular de Liberación (EPL) por acelerar la modernización de sus fuerzas de combate integradas, incrementar sus capacidades de disuasión y el contraataque estratégicos”, así como el desarrollo de sus “capacidades en operaciones en alta mar y el enfrentamiento a amenazas no tradicionales a la seguridad”.

También, debido a sus enormes dimensiones, equipos avanzados, ricas reservas y soldados bien entrenados, los portaaviones son altamente eficaces para proporcionar socorro oportuno en caso de desastres, artificiales y naturales. Por ejemplo, cuando las inundaciones y deslaves afectaron a Tailandia en marzo pasado, generando daños para cerca de 1 millón de personas y aislando a cerca de 15.000 turistas en diversos lugares, el Gobierno tailandés envió su único portaaviones, con cuatro helicópteros, acompañados por tres navíos de la marina de guerra, para ayudar en los esfuerzos de evacuación. Y después del mortal terremoto y el subsiguiente tsunami que golpearon a Japón el 11 de marzo, la Marina de Guerra de EEUU rápidamente envió sus navíos junto con el portaaviones atómico Ronald Reagan, para ayudar a Japón en las labores de rescate.

El Gobierno chino y el EPL también utilizan personal y equipo militares para ayudar en el rescate en zonas de desastres. El portaaviones puede consolidar asimismo la efectividad de las operaciones de rescate y evacuación de China, sirviéndole de plataforma para una mejor coordinación y ejecución de planes.

Comentarios