Defensa negocia con Hacienda ampliar el periodo de pago otros cinco años hasta 2030.

Minisdef


El departamento que dirige Carme Chacón negocia con el Ministerio de Hacienda una reprogramación de la deuda de 26.000 millones de euros acumulada por la compra de armamento para poder pagarla en cinco años más, hasta el 2030, informaron fuentes del Ministerio de Defensa.
 
Las fuentes, no identificadas, reconocieron que Defensa no puede atender estas obligaciones financieras con sus presupuestos actuales y que, por tanto, se ha planteado reestructurar su deuda. En este sentido, confirmaron que “se  está negociando con Hacienda una reprogramación de los pagos, de forma que los plazos se alarguen cinco años: del 2025 al 2030”.

No está claro, sin embargo, cuando se aprobará esta medida y si habrá tiempo para hacerlo antes de la convocatoria de las próximas elecciones generales y ha sido consensuado con el Partido Popular (PP), ya que es previsible que tendrá que administrar esta medida durante esos años. El Gobierno tiene previsto celebrar dos Consejos de Ministros extraordinarios en agosto, los día 19 y 26, para aprobar nuevas medidas de ajuste del presupuesto público y reducir el déficit del Estado en 20.000 millones de euros.

Según el diario, las empresas afectadas, entre ellas las más importantes de España, como EADS, Indra, Navantia y General Dynamics Santa Bárbara Sistemas, “aceptarán si pueden aplazar a su vez la devolución de los créditos” al Ministerio de Industria, organismo que ha adelantado el dinero hasta ahora de acuerdo con el sistema pactado en su día. Las mismas fuentes reconocen que esta medida solo permitirá un alivio pasajero, sin resolver el problema de fondo, según el diario El País. Las fuentes no explicaron si la reestructuración de la deuda de Defensa incluye, asimismo, algún tipo de compensación a las empresas afectadas por este cambio de condiciones de pago.

Otras opciones para la deuda
Un estudio elaborado recientemente por la Secretaría de Estadio de Defensa y editado por el propio Ministerio de Defensa propone traspasar la deuda a un organismo público de nuevo cuño que se encargaría de gestionarla, o bien que las devoluciones a Industria generen automáticamente nuevos fondos para Defensa.

Algunos expertos sugieren lisa y llanamente la condonación de los créditos de Industria con el argumento de que, en realidad, no se trata de una deuda de las empresas con el Estado sino de un ministerio con otro, pero eso supondría computar los 15.000 millones como déficit, y no parece la mejor coyuntura para hacerlo.

No se puede aumentar el déficit
La deuda es consecuencia, principalmente, de los llamados programas especiales de armamento —19 sistemas de armas que, en su mayoría, incorporan nuevas tecnologías, como el caza de combate EF-2000, el carro de combate Leopardo 2E o la fragata F-100 —, y suma 30.000 millones de euros, en torno al 3% del PIB español, de los que Defensa ha pagado hasta ahora algo menos de 5.000.

Los restantes 26.000 millones deberían abonarse a las empresas en sucesivas anualidades hasta el año 2025, pero los propios responsables de Defensa reconocen, según El País, que eso es imposible sin un drástico aumento del presupuesto, lo que resulta impensable cuando España se ha marcado como objetivo prioritario reducir el déficit al 6% al final de este año y al 3% en 2013 (el déficit del conjunto de las administraciones es del 9,2% del PIB).

En los últimos dos ejercicios (2010 y 2011), el Ministerio de Defensa no ha podido hacer frente a estos pagos y ha tenido que negociar con las empresas sus obligaciones. En el presente ejercicio, la partida que recibió para pagar esos 19 grandes programas fue de 204,5 millones, inferior en 543 a la inicialmente prevista. Gracias a los créditos de Industria, logró llegar a los 1.000 millones y aun así faltaron 690 para cumplir los compromisos adquiridos con las empresas.

El problema no es coyuntural y todavía es más problemático porque el sistema se diseñó para que en los primeros años, los de mejor situación económica, las cuotas fueran reducidas; mientras que ahora, en plena crisis, su cuantía se multiplica, hasta el punto de que a partir de 2014 será superior a la suma de todo el capítulo de inversiones del Ministerio: 1.005 millones en 2011.

Méndez lo considera irresponsable
Según las fuentes de Defensa consultadas por el citado diario, mantener los plazos previstos supondría que en 15 años las Fuerzas Armadas no podrían hacer ninguna nueva inversión y aun así no bastaría. Cuando se decidió la adquisición de las nuevas armas no se tuvo en cuenta el alto coste que supone mantenerlas operativas: más de 400 millones anuales ahora y 800 millones a medio plazo. En conjunto, según los cálculos de Defensa, harían falta 1.500 millones de euros más al año para cumplir lo comprometido.

En su comparecencia ante el Congreso de octubre pasado, para presentar los presupuestos de este año, el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, criticó el sistema y afirmó que España no debería haber adquirido esos sistemas de armas porque “no los va a utilizar”, dijo. “Y lo que es más grave, con un dinero que no teníamos entonces ni tenemos ahora”.  Méndez precisó después que, “de los 27.000 millones de deuda”, a las legislaturas del PP corresponden “23.000 y pico millones”, y a las dos últimas del PSOE, “3.000 y pico”. Los presupuestos del Ministerio de Defensa llegaron a su máximo en 2008 con 8.500 millones de euros. Desde entonces han caído un 16%, limitándose este año a 7.154 millones.

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