Una ola de suicidios y deserciones recorre el Ejército ruso.

Una ola de suicidios y deserciones, originada por los malos tratos a los que son sometidos muchos soldados por sus propios compañeros, recorre el Ejército ruso dos meses después de que fuera llamado a filas el último reemplazo de reclutas. A mediados del pasado mes de julio, el Estado Mayor ruso anunciaba la finalización de la llamada a filas del último reemplazo y lamentaba que 8.210 jóvenes no se habían presentado en las oficinas de reclutamiento. Todos los años, como reflejan algunas noticias que apenas llegan a los medios de comunicación y como denuncian las organizaciones de derechos humanos, los cuarteles rusos se convierten en escenario de novatadas crueles y abusos a los reclutas por parte de soldados y oficiales. Los suicidios y las novatadas se cobran la vida de un millar de reclutas cada año, según datos de las ONG rusas, por lo que muchas familias pagan miles de dólares para evitar que sus hijos cumplan el servicio militar obligatorio. El último caso de cruel novatada se dio a conocer el pasado miércoles, cuando el Centro de Derechos Humanos de Kazán (Tatarstán) denunció que los soldados de un cuartel de la región de Altái arrojaron a un compañero, Nikolái Morózov, desde un cuarto piso.

El padre de la víctima relató, según refleja la agencia Interfax, que tres soldados le quitaron la ropa y el uniforme a su hijo, le pegaron una paliza y después le arrojaron por la ventana, causándole fracturas de brazos y piernas.

También esta semana, Alexéi Sevastiánov, defensor del pueblo de la región de Cheliábinsk, en la ladera este de los Urales, denunció el ingreso en un hospital psiquiátrico de la zona de cinco soldados que habían intentado suicidarse. "Todos conocen las causas por las que estos chicos acaban en el hospital: las relaciones de abuso que existen entre los soldados", explicó Sevastiánov.

El defensor del pueblo subrayó que los mandos castrenses no han iniciado ninguna investigación para aclarar tantos intentos de suicidios.

"Un claro ejemplo de que lo pasa es el de un recluta que está ahora en el psiquiátrico, al que daban soberanas palizas y al que dañaron la espalda. Puede que quede inválido, pero los hechos no se investigan. Y eso es lo que asusta", lamentó Sevastíanov. Ni el Ministerio de Defensa ruso ni la Fiscalía militar han comentado de momento estas denuncias.

Un soldado se pegó un tiro el pasado 29 de agosto en la ciudad de Volgogrado, en el sur de Rusia, agobiado por los malos tratos a los que era sometido, desveló entonces una fuente militar a la agencia Interfax. La fiscalía castrense del Distrito Militar Sur investiga los hechos.

Doce días antes, el 17 de agosto, otro recluta se ahorcaba en un árbol en el territorio de un cuartel de la región de Kémerovo, en Siberia Occidental. El jefe del Comité de Instrucción (CI) de Rusia para el Distrito Militar Centro, Román Sazóntov, reconoció que no es el primer ahorcamiento que se registra este año en el mismo cuartel.

El CI continúa la investigación de la muerte de otro recluta que fue encontrado ahorcado en un baño del citado acuartelamiento en mayo. El pasado 1 de agosto, el cuerpo sin vida de un soldado que se encontraba de guardia fue encontrado colgado de un cinturón en un cuartel de la región de Krasnoyarsk.

Alrededor de 150 reclutas, todos procedentes de la región europea de Kírov, y que cumplen servicio militar obligatorio en la localidad de Borzia, en la región de Zabaikalye (Extremo Oriente), mandaron una queja al Parlamento de Kírov para denunciar palizas, robos, abusos y falta de control de los mandos en su cuartel.

"Las cartas tardan más de tres meses en llegar desde Borzia. Los conflictos, en su mayoría, tienen origen étnico. Los buriatos (etnia oriunda de Zabaikalye) 'guerrean' con los rusos", señala la página web de la diputación regional de Kírov.

El Distrito Militar Sur, por otra parte, informaba a mediados del pasado mes de agosto del inicio de una operación de búsqueda de 33 desertores que habían huido de distintos cuarteles bajo su mando. Igor Gorbul, jefe de prensa del mando del Distrito, recordó que el año pasado fueron detenidos 146 desertores, todos ellos llevados ante la justicia militar.
 
AGENCIA EFE

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