Tres superpotencias hacen juego de músculos en islas inhóspitas.

Tres superpotencias hacen juego de músculos en islas inhóspitas

Rusia y China comenzaron el domingo ejercicios navales conjuntos en el Mar Amarillo, junto a la costa oriental de este último. Ellas coincidieron con el nuevo agravamiento del litigio territorial entre China y vecinos suyos, sobre todo con Filipinas y Vietnam. El objeto del conflicto son islas inhóspitas y atolones del Mar de China Meridional, situadas en una zona fabulosamente rica en yacimientos submarinos de petróleo y de gas. Seis países del sureste de Asia pugnan por las islas del archipiélago de Spratly del Mar del Sur de China, donde existen ricos yacimientos explorados de petróleo y de gas. Esto conduce regularmente al crecimiento de la tensión en la región y a los intentos de ocupación de islas, arrecifes y bancos de arena.

A mediados de abril, el conflicto entre China y Filipinas estuvo a punto de degenerar en lucha armada. Un buque de la Armada filipina se topó, cerca del arrecife de Scarborough, (una isla que en China denominan Huanyan) con embarcaciones pesqueras chinas. Lanchas guardacostas de China que llegaron veloces hasta el lugar impidieron que los filipinos arrestaran a los pescadores. En el caso de una guerra con China, Filipinas no tendría grandes chances, pero es antiguo aliado de EEUU, el que lo respalda en su litigio territorial, enviando a la región buques de guerra y un destacamento de la infantería de Marina. Simultáneamente comenzaron allí las maniobras navales conjuntas de los países antes mencionados, más Japón, Australia y Corea del Sur.

Es obvio que China no deseaba ceder y anunció el comienzo de ejercicios en las aguas en litigio. Ello no tendría nada de sorprendente, de no haber entrado, sorpresivamente, en el asunto un tercer sujeto, Rusia. Formalmente, Moscú y Pekín no son aliados, pero realizan de conjunto maniobras en una proximidad peligrosa de la Marina de Guerra de EEUU. China envió mas de cuatro mil militares y dieciséis buques, entre otras cinco destructores, cinco fragatas de cohetes, cinco lanchas de misiles, un buque de apoyo y un hospital. De la parte china, en las maniobras participan trece aviones y cinco helicópteros.

Crucero lanzamisiles "Variag"

Rusia está presenta con cuatro buques de la Flota del Pacífico: el crucero lanzamisiles "Variag", los buques antisubmarinos “Almirante Vinogradov” y "Mariscal Shapashnikov”, además del gigantesco buque antisubmarino de la Flota del Norte, “Almirante Tributz”. En la región se encuentran además las naves auxiliares “MB-37” y “Pechenga”. Así las cosas, junto a las costas de unas cuantas islas deshabitadas ha surgido un revoltijo insólito. Pues, se agolparon armadas de siete Estados, tres de las que son grandes potencias. Además que Moscú con Pekín, y Washington con los aliados aseveran que, sus maniobras habían sido planificadas de antemano, que no revisten amenaza alguna y que no guardan relación con el litigio territorial. Sin duda que en tales declaraciones abundan las notas falsas, pero es evidente también que, los tres grandes sujetos persiguen objetivos propios en esa situación conflictiva.

En el caso de China está todo mas o menos claro: su deseo de asumir el control de los ricos yacimientos parece, si no del todo justo, por lo menos comprensible. Además que Pekín se muestra palpitante con respecto a su grandeza, por lo que no le conviene ceder en esta situación. En cambio resulta, a primera vista extraña la participación de Rusia en ese conflicto no declarado: Moscú no puede en ningún caso aspirar a esa región petrolífera. Pero, Rusia tiene razones no evidentes, pero no por ello menos importantes: en primer lugar, recordar al mundo que ella es también una superpotencia, capaz de resolver tareas político-militares en cualquier parte del orbe. Y en segundo lugar, y es lo principal: mostrar que Moscú y Pekín no son en absoluto rivales estratégicos y son perfectamente capaces de cooperar en situaciones incendiarias”.

Pero, el aspecto más interesante del conflicto está en las motivaciones de EEUU. No hace mucho, el Pentágono anunció un plan de intensificación de fuerzas en Asia. Según la nueva doctrina defensiva, presentada por Barack Obama a comienzos de año, EEUU está afanado en la redislocación de sus fuerzas en el mundo. Así, se informaba de una reducción irrelevante del contingente europeo de los militares estadounidenses, pero al mismo tiempo, las fronteras de la UE, al igual que la región del Oriente Próximo serán reforzados con armas antimisiles.

Un punto aparte de la estrategia militar se refiere a la redistribución de fuerzas a favor de la región asiática del Pacífico. En la prensa se manifestaban ya conjeturas de que, ante el despliegue del sistema antimisiles en Asia, China va a reaccionar de manera tal que, las protestas de Rusia mas parecen un “juego inocente”. Es posible que el “apretujón” naval en un punto de Pacifico sea el comienzo de un conflicto mayúsculo, ya no en torno a pequeña se indefensas Filipinas, sin o por la línea de EEUU y China. Y Rusia, participando oblicuamente en el conflicto local aprovechará simplemente. de manera sabia, todo momento adecuado para no verse al margen del próximo gran juego.
Fuente: http://noticiasmilitaresymas.blogspot.com.es/

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