Un Phantom sobre Siria o a cien metros de la guerra.

La historia del caza turco derribado por Siria puede convertirse en punto crucial en el desarrollo de la crisis de este último. Y para la coalición occidental, más algunos países árabes, este puede ser un buen motivo para el comienzo de la intervención armada. La única salida para Damasco es publicar toda la documentación sobre el incidente e, insistir en la máxima apertura y transparencia de la investigación. Seguidamente el comentario del Gran Maestro internacional de ajedrez Vladislav Tkachov:

—22 de junio de 1941, una fecha que posiblemente tengan que recordar los historiadores. Como se sabe, ese día justamente, la defensa antiaérea siria derribó un avión turco Phantom F-4, después de lo que, las versiones de lo sucedido difirieron diametralmente. Damasco asevera que, el avión caza, que se había adentrado en el espacio aéreo sirio, no reaccionó ante la observación hecha desde tierra, por lo que propone interpretar el incidente como un lamentable equívoco. Ankara insiste en que el avión fue derribado en aguas neutrales, lo que significa que lo ocurrido es un palmario acto de agresión.

Aunque la diferencia entre las versiones veraz y falsa puede consistir en cientos de metros contados, las apuestas en la disputa son grandes. Y es que el avión derribado ilegalmente puede, con seguridad, convertirse en motivo para declarar el norte de Siria zona de exclusión aérea. Y, potencialmente, para una intervención extranjera. La situación, dicho francamente, no es nueva, ni para los políticos ni para el ajedrez. El método más eficaz en tales casos está propuesto en el libro de Ilf y Petrov “Las doce sillas”. Su discusión con el Gran Tramposo, el tuerto amante de los Mittelspiel y de los Endspiel la selló con una frase: “Tengo todas las jugadas escritas”, después de lo que Ostap Bender abandonó los intentos de trampear y puso los pies en polvorosa.

En otras palabras, las autoridades sirias deben, sin dar largas al asunto, publicar toda la documentación de lo sucedido en aquel aciago día, e insistir en una investigación abierta y trasparente. El restablecimiento de las secuencias y del cronometraje de los hechos podría ser la mejor indulgencia contra nuevas sanciones. En todo caso, nadie ha encontrado aún en el ajedrez un método mejor. Toda situación conflictiva se resuelve mediante la recreación por los rivales del cuadro de la partida jugada, bajo la dirección de un árbitro. Existe incluso un tipo especial de tareas que exigen el denominado análisis retrospectivo. Este ayuda a desatar el ovillo de contradicciones acumulado, pues es imposible entender de manera distinta lo ocurrido en el tablero. Punto por punto, como en la historia del Phantom turco.

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