Corea del Sur: plataforma contra China.


La península coreana ha sido en el último medio siglo una de las regiones más calientes del planeta, muchas veces al borde mismo de graves conflictos militares e incluso del holocausto nuclear. Todo comenzó al término de la II Guerra Mundial, la derrota de Japón, la división artificial del país y la ocupación de su parte sur por las fuerzas armadas de los Estados Unidos, que han dislocado allí todo un ejército, el 8vo con 38.000 efectivos y una decena de bases proyectadas contra la República Popular Democrática de Corea.


Ahora sin embargo introduce un nuevo rol para su aliado sureño de peligrosidad mayúscula pues coloca a Corea del Sur en el centro de una eventual guerra entre Estados Unidos y China: La construcción de una base naval con capacidades nucleares enfilada directamente contra China. La instalación está ubicada en la Isla de Jeju, en el extremo meridional de Corea del Sur, a solo 300 km de Qingdao, sede de la flota del este de China, la populosa ciudad de Shanghái y otros territorios del gigante vecino. Según la información disponible la base podrá albergar 20 navíos norteamericanos, incluido portaaviones y submarinos atómicos y destructores dotados del sistema AEGIS con interceptores de cohetes y también misiles de ataque TOMAHAWK, que en su versión nuclear pueden alcanzar los 2,500 Km, muy usados contra Irak, Afganistán y Libia.


La obra es parte del sustancial reforzamiento militarista que Washington ha emprendido en Asia y la cuenca del Pacífico para cercar y frenar a China y resultado de las continuas presiones de Estados Unidos sobre Seúl para instalar en su territorio el llamado Escudo antimisiles, verdadera plataforma nuclear contra China. La construcción es activamente rechazada por la población local y prominentes personalidades norteamericanas como el famoso lingüista y profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts Noam Chomsky, el actor Robert Redford y el Presidente de la campaña por el desarme nuclear profesor Dave Webb. Por la parte local batallan contra la base destacadas personalidades como el profesor Yang Moon Mo ex presidente de la Asociación Cinematográfica de Corea que en prisión estuvo en huelga de hambre 60 días. 
 
En opinión de los pobladores, expresadas en manifestaciones, declaraciones y pancartas, la base coloca esta localidad en el centro de un eventual conflicto bélico entre Estados Unidos y China, lo convierte en un objetivo militar a abatir en tal caso y obviamente caldea el ambiente con el primer socio comercial de Corea del Sur. La peligrosidad extrema de este despliegue nuclear norteamericano en la cercanía de China tiene antecedentes. Cuando la guerra de Corea (1950-1953) los presidentes Truman y Eisenhower ordenaron preparar variantes de bombardeos atómicos sobre Corea del Norte y China para tratar de doblegar la resistencia contra la agresión norteamericana y públicamente amenazaron con estas acciones. Según el libro American Lake. Nuclear Peril in The Pacific estos planes no llegaron a concretarse por el temor a una eventual intervención soviética y al rechazo universal así como la impreparación de las propias fuerzas norteamericanas para lidiar con las consecuencias de un ataque atómico cuando podía ser afectado el contingente norteamericano sobre el terreno.

Como parte de la preparación de estos ataques, entre septiembre y octubre de 1951 realizaron varios simulacros de bombardeos nucleares bajo la operación codificada Exercise Hudson Harbor que cuando fueron analizados en la Casa Blanca, llevaron al Presidente Eisenhower a declarar que en Corea el uso del armamento nuclear era más “barato” que el de las armas convencionales. Incluso después de la firma del armisticio en julio de 1953, la Junta de Jefes de Estados Mayores y el Departamento de Estado recomendaron que si se reanudaban las hostilidades Estados Unidos debía emplear armamento nuclear contra Corea del Norte y China.

La historia de Jeju ha sido sumamente trágica.
Antes del comienzo de la guerra, en abril de 1948, su población fue brutalmente masacrada por las fuerzas sudcoreanas con el apoyo de las tropas norteamericanas de ocupación por oponerse a la división del país.

Según el especialista en historia de Corea John Merrill y otras fuentes 30,000 ciudadanos fueron asesinados durante las operaciones de tierras arrasadas, 15 % del total y después se prohibió terminantemente toda referencia a la matanza. La población sobreviviente luchó en adelante durante cinco décadas para que se estableciera la verdad y en 2005 el entonces Presidente Roh Mon Hyun ofreció públicas disculpas por las atrocidades cometidas sobre esa comunidad y declaró a Jeju como Isla de la Paz Mundial. Jeju es sede de tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la llamada Triple Corona, la única región del mundo con tal reconocimiento y recientemente fue proclamada una de las siete maravillas del mundo.
 
Fuente: http://www.tercerainformacion.es

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