El rifi-rafe entre Israel y EE.UU. por Irán pone al descubierto las diferencias entre ambos gobiernos.

El rifi-rafe entre Israel y EE.UU. por Irán pone al descubierto las diferencias entre ambos gobiernos

El enfado del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre la negativa estadounidense a poner líneas rojas y plazos al programa nuclear israelí ha llegado a tal punto que varios políticos israelíes han tenido que pedir públicamente a los dos países que aireen los trapos sucios en privados y no a la prensa. Contrariamente a su tono comedido cuando tiene que referirse a alguna píldora amarga lanzada por la administración estadounidense, esta vez Netanyahu ha usado un tono firme la hablar sobre las últimas declaraciones de la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.

Clinton rompió este domingo las esperanzas de Netanyahu de contar con el apoyo estadounidense para atacar Irán, al declarar durante una entrevista, que EE.UU. no pondrá «líneas rojas» ni «plazos» al régimen de Teherán, ya que creen que las sanciones económicas aún pueden hacer efecto. La respuesta de Netanyahu no se hizo esperar, cuando comentó el martes, que «los que en la comunidad internacional rechazan poner líneas rojas ante Irán no tienen derecho moral a poner una línea roja a Israel» refiriéndose claramente a Estados Unidos y dejando claro que Israel se reservará el derecho de hacer lo que mejor le convenga en relación a Irán. «El mundo le dice a Israel: "espera, aún hay tiempo". Y yo digo: ¿esperar para qué, esperar hasta cuándo?» continuó Netanyahu, desairado, durante la conferencia de prensa.

El anuncio del gobierno estadounidense el martes de que el Presidente Barak Obama no se reunirá con Netanyahu en Nueva York este mes, ha inflado todavía más los rumores en la prensa israelí sobre la antipatía del líder norteamericano hacia el mandatario israelí. Netanyahu, que irá a EE.UU. de visita a finales de este mes, había solicitado entrevistarse con Obama, muy posiblemente para hablar sobre Irán y granjearse el apoyo estadounidense en relación a un posible ataque a sus centrales nucleares. La excusa del gobierno norteamericano sobre la falta de tiempo de Obama para conceder una cita a Netanyahu ha sonado a la prensa israelí como un pretexto para evitar una reunión incómoda entre los dos líderes, dadas sus diferencias personales y sobre Irán.

La retórica de Netanyahu tras la negativa de EE.UU. a apretarle más las tuercas a Irán, ha hecho que incluso varios políticos influyentes como el ministro de Defensa, Ehud Barak, hayan salido a la palestra para pedir cautela tanto a Netanyahu como a EE.UU. al hablar en público sobre el tema. «A pesar de que tenemos un objetivo común, existen algunas diferencias entre los puntos de vista de Israel y EE.UU.. Estas diferencias deben resolverse a puerta cerrada», dijo Barak el martes. «EE.UU. es el principal aliado de Israel y a pesar de las diferencias, debemos recordar la importancia de relación estratégica con EE.UU. y evitar herirla», continuó Barak, en clara referencia al exabrupto de Netanyahu. 

Fuente: http://www.abc.es/

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