Rusia acelera la producción de drones.

T-10 “Eleron-10”

La participación rusa en el mercado mundial de aparatos voladores no tripulados puede alcanzar el 5 % en los próximos diez años, supone el director del Departamento de la Fuerza Aérea de la Agencia Nacional Exportadora de Armas Rosoboronexport, Serguei Kórnev Hoy día los principales proveedores de drones al mercado mundial son EEUU e Israel. A la pareja de líderes, que controla más del 70 % del mercado, se aproxima China. El desarrollo del sector correspondiente en Rusia comenzó con gran atraso por una serie de causas. No obstante, en el acto cobró gran aceleración. Además, cabe remarcar que no fueron los tradicionales constructores aeronáuticos los que alcanzaron grandes éxitos en la creación de modernos aparatos competitivos, sino las nuevas compañías Enics, ZALA, “Centro Tecnológico Especial” y otras. 

Orlan-10

Los aparatos de clase menor y media inferior, que se distinguen por su peso y tamaño relativamente pequeños, y están destinados para la solución de tareas tácticas, constituyen hoy la base de la gama rusa de aparatos voladores no tripulados. El diseño de drones estratégicos, capaces de permanecer en el aire varias de horas, es ya una tarea de la siguiente fase, que puede ser resuelta solo mediante la acumulación de la experiencia correspondiente. Al propio tiempo, los aparatos pequeños y medianos son los que gozan hoy de mayor demanda en el mercado entre las estructuras estatales y privadas. Y, en este caso, la creciente diversificación de los aparatos rusos puede reportar considerables dividendos. Los complejos T-10 “Eleron-10” y “Orlan-10” pueden servir de ejemplos de diseños afortunados de dicha clase. El peso de despegue de estos aparatos es de 12-14 kilogramos, el tiempo de patrullaje asciende a varias horas, y puede llevar a bordo sistemas bastante desarrollados de espionaje de televisión y termovisión. La construcción de e stos dos complejos permite desarmar el propio dron y la plataforma de lanzamiento para que puedan ser trasladados más cómodamente. 

El primavera del corriente año el “Orlan” fue sometido a pruebas y los diseñadores del aparato no pilotado consiguieron integrarlo en el Sistema Único de Mando del Eslabón Táctico. Los datos suministrados por “Orlan” pueden ser utilizados por dicho sistema para el señalamiento de objetivos, lo que permite decir que se trata de un elemento de pleno valor del sistema de espionaje táctico de las tropas terrestres. Las características del “Orlan” le permiten ser un rival digno de los análogos israelíes: por sus características táctico-técnicas se encuentra entre el pequeño Bird Eye y el Searcher de gran tamaño y cuatrocientos kilos de peso, y por su autonomía de vuelo y retransmisión se asemeja más a este último, a pesar de su peso mucho menor. La salida de semejante aparato al mercado puede garantizar a Rusia un buen incremento de los ingresos provenientes de la exportación de artículos altamente tecnológicos. Pero una de las principales condiciones para el éxito consiste en el equipamiento de las Fuerzas Armadas con tales drones. Lamentablemente, el ejército ruso no utiliza por ahora los aparatos voladores no tripulados en el grado en que lo hacen los demás países desarrollados. 

Nuestros militares por ahora solo sueñan con las posibilidades con que cuentan EEUU o Israel, que utilizan activamente los drones para corregir los ataques de artillería y aéreos en tiempo real, y con frecuencia para destruir objetivos con armamento propio de alta precisión. No obstante, la situación se está rectificando en dos direcciones a la vez: en paralelo con el crecimiento del interés del ejército por los nuevos aparatos aumentan asimismo las posibilidades de los fabricantes, que presentan en el mercado artículos cada vez más modernos, al tiempo que se amplían las posibilidades de los drones. El siguiente paso en este camino, que marcará definitivamente la conversión de Rusia en un destacado actor en el mercado de aparatos voladores no tripulados, será el inicio de la producción de equipos y componentes para estos aparatos, buena parte de los cuales por el momento se importan. No obstante, es de esperar que a medida que vaya creciendo la demanda de tales equipos, la aparición de los correspondientes diseños y producciones en Rusia no se hará esperar. 

Fuente: http://spanish.ruvr.ru/

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