Comienza la era de la remodelación de los viejos equipos militares.

El caza PAK-FA ruso siendo fabricado en una fabrica en Rusia

Los constantes recortes presupuestarios y el encarecimiento de los nuevos sistemas de armas, está llevando a buena parte del mercado a optar por la renovación de sus viejos equipos para alargar sus vidas operativas. Un estudio publicado este año por la firma norteamericana de análisis de mercados Frost & Sullivan, augura un aumento de este negocio en 2020 del 21,5% respecto a 2011. De esa cantidad, el 43,3% se empleará en la modernización de sistemas aéreos. En total, estima, la remodelación de material militar moverá dentro de ocho años 14.000 millones de euros, cerca de 2.500 millones más que la cantidad empleada en 2011. El segmento que más beneficios generará será el aeronáutico. 

La modernización de aeronaves ya existentes aumentará una media anual del 2,6% hasta 2020. También se experimentarán crecimientos en la remodelación de sistemas ya existentes en otros segmentos que atenuarán en parte la maltrecha actividad. Así, por ejemplo, los pronósticos, también de Frost & Sullivan, acerca del mercado de vehículos militares terrestres en general, auguran un descenso anual promedio del 0,7% en la próxima década. Asia, Pacífico y Oriente Medio ofrecen algunas expectativas de aumento de ventas de estos sistemas. Pero para el mercado occidental, señala el trabajo, únicamente ofrecerán unas ciertas oportunidades los programas de actualización y de mantenimiento de vehículos. Según el estudio El mercado de actualización y mejora de vehículos blindados 2012-2022, realizado por la publicación especializada ASD Reports, los recortes presupuestarios están obligando a los gobiernos de todo el mundo a reevaluar las compras de vehículos blindados previstas para sus ejércitos. 

Ante este panorama, la modernización de los ya existentes resulta una opción económicamente preferible. A la vez, aumenta el interés por producir vehículos más preparados para futuras modificaciones. Según el informe, existen tres factores que han cambiado el enfoque del sector hacia el desarrollo de vehículos más ligeros adaptados mejor a la supervivencia y a la capacidad de adaptación. Esos factores son los recortes presupuestarios, las lecciones aprendidas en los últimos conflictos y la previsión de futuras amenazas aún desconocidas. Además, los costosos y prolongados procesos de adquisición de nuevos vehículos en la actual coyuntura económica aumenta el interés de los militares por la modernización de los equipos con los que ya cuentan. Ante este panorama, explica el trabajo, la cooperación y los vínculos entre las distintas empresas proveedoras y subcontratistas del sector está aumentando en un mercado en el que están involucradas empresas de múltiples sectores. Tras décadas de cambios en los paradigmas de los conflictos y ante la necesidad de renovarse, el mercado de mejora y adaptación de vehículos blindados es ahora más importante que nunca, resume el trabajo. 

Por otra parte, añade el informe de Frost & Sullivan la crisis y los campos de batalla cada vez más asimétricos, aumentarán también la demanda de vehículos protegidos de alta movilidad y modulares para adaptarse fácilmente a cada necesidad sin tener que emplear un vehículo distinto. Un ejemplo de estas tendencias lo ofrece Italia. El país europeo combina el recorte de sus gastos militares en 3.000 millones hasta 2014, con un desembolso de 120 millones de euros este año para la compra de cuarenta nuevos vehículos tácticos medios multipropósito (VTMM), con opción para otros cuarenta más. Al mismo tiempo, Italia sigue adquiriendo más vehículos ligeros multipropósito y ha iniciado la actualización de sus tanques sobre ruedas Centauro. Volviendo a la actualización de sistemas, este año se han conocido algunas iniciativas llamativas, como los desarrollos de Rolls-Royce para alargar hasta 2014 la vida útil de los venerables aviones C-130 norteamericanos y, de paso, ahorrar un 10% de combustible. La compañía asegura que este desarrollo podría llevar a ahorrar más de 1.500 millones de euros entre costes de mantenimiento y combustible, durante el resto de la vida operativa de la flota de estos aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. 

En resumen, y en palabras del analista Dominik Kimla, “la disminución de los presupuestos de defensa y los incrementos en el precio de las nuevas y complejas plataformas de combate están dando lugar a que los usuarios finales busquen modernizar sus equipos en lugar de reemplazarlos”. Otra alternativa para ahorrar costes ensayada este año en varias ocasiones es la compra de material usado. En octubre, por ejemplo, Bulgaria publicó oficialmente sus planes para adquirir en 2014 ocho cazas usados para su fuerza aérea. El país ha descartado que vaya a adquirir aparatos nuevos a EADS o a Lockheed Martin por su alto precio. En total, el Gobierno búlgaro maneja un presupuesto de algo más de 300 millones de euros para esta operación. Rumanía, el vecino norteño de Bulgaria, confirmó a finales de septiembre la compra por 464 millones de euros de una docena de cazas F-16 usados a Portugal, otro país del viejo continente que también planea severos ajustes en sus presupuestos militares.

Fuente: http://www.infodefensa.com/

Comentarios