Defensa planea pedir un crédito de 1.000 millones para pagar armamento.

El Ministerio de Defensa planea pedir un crédito de 1.000 millones para pagar armamento. El departamento que dirige Pedro Morenés debe hacer frente a los compromisos adquiridos con las empresas del sector en 2013, igual que ocurrió en el ejercicio pasado, cuando el Ejecutivo concedió un crédito extraordinario de casi 2.000 millones para pagar a los proveedores de armamento.

Según informa la cadena Ser, la secretaría de Estado de Defensa trabaja desde principios de 2013 en un programa de desinversión que tiene como objetivo reducir las unidades y aplazar las entregas. La nueva reprogramación se centra principalmente a los aviones de transporte militar A400M (con 27 unidades iniciales comprometidas), los submarinos S80 (con cuatro) el vehículo blindado Pizarro (de los que se dispone de 190 unidades) y los helicópteros NH90 y Tigre (con 45 y 24 unidades, respectivamente). Este plan, sin embargo, no evitará que, según cálculos del Ministerio, este departamento se vea obligado a pedir un crédito. El presupuesto de Defensa para este año experimentó un súbito incremento del 28,21% el pasado septiembre. El Consejo de Ministros aprobó un crédito extraordinario de 1.782 millones de euros para programas de armamento. Defensa ya sabía, sin embargo,que no podría encargar nuevos pedidos, sino que iba a dedicar ese dinero al pago de deudas pendientes. 

Cuando compareció en el Congreso para explicar el presupuesto de su departamento, en abril pasado, el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, ya reconoció un desfase de 2.370 millones entre la partida prevista y las obligaciones de pagos y anunció la apertura de conversaciones con los ministerios de Hacienda, Economía e Industria para buscar una solución. La diferencia entre los 2.370 millones y los 1.782 aprobados se cubría con los 309 millones aprobados a principios de año por el Consejo de Ministros, los 198 que Industria iba a prestar en este ejercicio a las industrias militares y los 4,95 incluidos en el propio presupuesto de Defensa. Otros 76 quedarán pendientes por corresponder a material aún no entregado. Si esta partida se hubiera incluido en los presupuestos, el capítulo de Defensa habría sumado 8.098 millones, con un aumento del 16,88% respecto a 2011, en vez de reducirse el 8,84%. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría subrayó que se trataba de “entregas ya realizadas” y compromisos adquiridos con los proveedores en 2010 y 2011, en la etapa socialista, cuyo pago era “ineludible”.

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