La Armada de Rusia refuerza su presencia en el Mediterráneo.

La agrupación naval rusa destacada en el Mediterráneo, tendrá en su composición submarinos y portaaviones. Hablando en rigor, se trata de restablecer la 5ª Escuadra del Mediterráneo. En enero pasado, el Mediterráneo y el mar Negro fueron escenarios de importantes maniobras de la Marina rusa con la participación de la aviación estratégica. Más tarde, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, propuso crear en la Marina de Guerra la Dirección de Operaciones en el Mediterráneo. En febrero se conoció que el Estado Mayor General de las FFAA de Rusia estudia la cuestión de destacar en el Mediterráneo, hacia 2015, permanente grupo operativo naval.
Hace unos días, el comandante de la Marina de Guerra, el almirante Víctor Chirkov, informó que el grupo en cuestión constaría de cinco ó seis buques, sin precisar si se refería únicamente a los buques de guerra o a los auxiliares también. Con toda seguridad, formarán parte del grupo operativo submarinos y, probablemente, portahelicópteros Mistral que Rusia adquirió a Francia. Según Chirkov, el grupo operativo del Mediterráneo se formará según el principio rotatorio y estará integrado por buques de las Flotas rusas del Mar Negro, del Mar del Norte, del Báltico y del Pacífico. Actualmente ya está en marcha un programa de instrucción de oficiales de estado mayor que ejercerán el mando permanente del grupo en cuestión. La presencia permanente del grupo naval ruso en el Mediterráneo obedece a varias razones, expresó a La Voz de Rusia el director de la revista Export vooruzheniy (Exportación de Armamentos), Andréi Frolov: "En primer lugar, Rusia tiene sus intereses en el Mediterráneo que es una zona nada tranquila. Frecuentemente surge la necesidad de despliegue rápido, y el traslado de buques de las Flotas del Mar Negro, del Norte o Báltico puede ocupar demasiado tiempo. 

Cuando los buques están destacados permanentemente, se presentan muchas más posibilidades para la maniobra, incluida la política. Segundo, de todas formas, es un paso político, exhibición del pabellón, del poderío de Rusia". Es un mensaje dirigido no solo al Oriente Próximo, sino también a Europa. Además, los buques de guerra rusos desde hace años vienen patrullando las zonas más peligrosas frente a las costas de África, protegiendo las vías marítimas contra los piratas, en particular, los somalíes. Según Andréi Frolov, el grupo naval del Mediterráneo también podría ser empleado para la lucha contra la piratería en los océanos Índico y Pacífico. No obstante, el experto duda de que precisamente la presencia naval rusa en el Mediterráneo pueda prevenir o relajar notablemente las situaciones conflictivas. Destacar un grupo naval operativo en el área, de momento, no supone el riesgo de que Rusia sea involucrada en un conflicto armado por la sencilla razón de que la presencia o ausencia de tal grupo naval en modo alguno influye en la toma de importantes decisiones políticas por el Kremlin. Al propio tiempo, opina Frolov, un grupo naval ruso en el Mediterráneo, sin lugar a dudas, podría ser interpretado como aporte a los esfuerzos internacionales para consolidar la estabilidad en esta zona.
La presencia permanente de buques de guerra rusos en el Mediterráneo requerirá importantes gastos de diversa índole, acota el copresidente de la Asociación de politólogos militares, Vasili Belozérov: "Estos gastos serán justificados si tenemos bien claros los intereses que en la actualidad tiene Rusia en esta parte del mundo y la necesidad de protegerlos con empleo de las fuerzas navales. Por lo que se refiere a los portahelicópteros Mistral y su presencia en el Mediterráneo, hay que tener presente que están destinados para el desembarco de tropas. Si Rusia tiene previsto realizar algunas operaciones de desembarco en esta zona, tal vez, tenga sentido tener ahí los Mistral. En todo caso, la presencia de la escuadra rusa supondrá considerables gastos, por lo cual los contribuyentes deben saber en qué proyectos se invierte su dinero". Todos están al tanto de lo que pasa en Siria cuyo puerto de Tartus es la única base de apoyo logístico de la Marina rusa en el Mediterráneo. Los altos cargos del Estado Mayor General de las FFAA de Rusia no ocultan que de prototipo para el actual grupo operativo en el Mediterráneo sirvió la 5ª Escuadra de la Marina soviética. 

La idea de su creación había sido promovida en 1965 por el entonces comandante de la Marina de Guerra de la URSS, el almirante Serguéi Gorshkov. Poco antes de estallar en 1967 la guerra árabe-israelí de los Seis Días, en el Mediterráneo estuvieron destacadas decenas de buques de superficie, submarinos y buques auxiliares soviéticos. Hacia aquella época, la forma de crear tales grupos y ejercer el mando de los mismos estaba ensayada y aprobada: cada una de las cuatro Flotas de la Marina soviética destinaban a la zona asignada tres ó cuatros buques que pasaban a formar la correspondiente escuadra. La presencia en el Mediterráneo de la 5ª Escuadra de la Marina soviética, formada el 14 de julio de 1967, impidió que EEUU e Inglaterra tomaran parte en la Guerra de los Seis Días del lado de Israel. El capitán de navío y máster en Ciencias Políticas, Serguéi Gorbachov, reproduce la acertada apreciación que dio al papel de la 5ª Escuadra en los años de la Guerra Fría el almirante Yuri Sisúev, uno de sus últimos comandantes: “Encontrándose en el foco de las guerras y conflictos armados árabe-israelíes de los años 1967 y 1973, de la confrontación armada en Chipre en 1974, del conflicto interno en el Líbano en 1982, del empleo por EEUU de la fuerza armada contra Libia en 1986, la Escuadra fue un importante factor de disuasión de los designios y ambiciones agresivas”.

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