Otan aprueba el primer proyecto de su misión en Afganistán desde 2015.


La OTAN dio este miércoles un nuevo paso en la preparación de la misión de instrucción y apoyo a las fuerzas afganas que iniciará en 2015, cuando su misión de combate ISAF haya concluido, con la aprobación del llamado "concepto de operaciones". "Afganistán no se quedará solo. La comunidad internacional se ha comprometido a apoyar a Afganistán en los próximos años", indicó el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en una rueda de prensa al término de una reunión de los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica. Rasmussen recordó que la OTAN lleva ya meses preparando el inicio dentro de un año y medio de la nueva operación, para lo que en octubre ya se acordó el marco del plan de la misión. "Hoy hemos dado el paso siguiente. Acabamos de aprobar el concepto detallado de nuestra misión de no combate en Afganistán", que servirá de "guía para nuestros expertos militares mientras finalizan el plan" de la operación en los próximos meses, explicó.

Según el "concepto de operaciones", el enfoque será regional, con bases en Kabul y en el norte, sur, este y oeste del país, y la operación estará centrada en los preparativos de las instituciones nacionales, como los cuerpos de seguridad o los niveles de mando. Así, en principio, la OTAN dejaría de entrenar a soldados de a pie y se centraría en los niveles superiores. "Obviamente nos aseguraremos de que nuestros entrenadores estén bien protegidos y puedan llevar a cabo sus actividades en un ambiente de seguridad", añadió. Según Rasmussen, la nueva misión será "significativamente más pequeña" que la ISAF, y su objetivo será "formar, asesorar y asistir" a las fuerzas de seguridad afganas a partir de 2015. El político danés admitió que aún no se ha decidido el número de efectivos con los que contará la nueva misión, bautizada como "Apoyo decidido", aunque fuentes diplomáticas apuntan a que podría reunir a entre 8.000 y 12.000 militares, frente a los aproximadamente 100.000 que quedan sobre el terreno actualmente. En cualquier caso, se mostró confiado en que se conseguirán "suficientes contribuciones" para su completa puesta en marcha.

El secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, confirmó en una rueda de prensa al término de la reunión de los ministros que su país se ha comprometido a ser "el mayor contribuyente único" a esta misión, así como a ser la nación líder en el este y el sur, tradicionalmente las zonas más conflictivas. Hagel también agradeció los "compromisos de otros países", como Italia y Alemania, para asumir el mando en el oeste y el norte, así como las "indicaciones" de Turquía de mantener el liderazgo en Kabul (centro) . Acerca del acuerdo bilateral de seguridad que Estados Unidos tiene pendiente de cerrar con Kabul sobre la inmunidad de sus fuerzas, Rasmussen se mostró confiado en que se aprobará finalmente. Las autoridades afganas "son conscientes" de que sin ese pacto previo no se desplegarán los formadores de la nueva misión. indicó. En lo referente a las aportaciones, el ministro español, Pedro Morenés, dijo a la prensa que España se ha ofrecido a aportar a la nueva operación a entre 200 y 300 militares y a seguir manteniendo la gestión y seguridad del aeropuerto de Herat (oeste del país) y del hospital Role 2, labores de las que se ocupan actualmente las tropas españolas.

Fuentes diplomáticas indicaron que la cifra final de efectivos españoles que queden en Afganistán, que no se centrarán en la instrucción de militares o policías afganos, dependerá de las infraestructuras que se les encomiende. La fin de la misión de combate de la OTAN está previsto para finales de 2014, cuando se espera que se culmine el traspaso de la totalidad de la seguridad del país a las fuerzas afganas. Rasmussen se mostró confiado en que ese paso cree un ambiente de seguridad "esencial" para la estabilidad económica, y destacó además que la seguridad sólo será "una cara de la moneda" . "Otra, igualmente importante, es la gobernanza, la confianza entre el pueblo y el Gobierno afganos", dijo, y destacó que para construirla es necesario luchar contra la corrupción y garantizar el total respeto de los derechos humanos, en especial los de las mujeres. "Todos estos elementos son esenciales para la paz y estabilidad a largo plazo", declaró Rasmussen, quien espera que el Gobierno afgano cumpla con sus obligaciones, al igual que la comunidad internacional se ha comprometido a seguir ayudando a Afganistán. "El compromiso es una calle de doble sentido", dijo.

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