China retoma la construcción de dragaminas.

Imagen

El dragaminas "Qingzhou" de quinta generación acaba de incorporarse a la fuerza naval china. Es el primer buque chino de esa clase fabricado en serie. Ante la incipiente rivalidad naval en el este de Asia y un mayor interés hacia el minado en los mares, los dragaminas pueden convertirse en uno de los principales factores de crecimiento de la Armada china en los próximos años. En los años ochenta, China suspendió la construcción masiva de dragaminas. 

Hasta hoy día, casi la mitad de sus buques de esa clase son del obsoleto tipo 6610, réplica china del proyecto soviético de la época de la posguerra T-43. Desde finales de los años ochenta, estuvo construyendo, en cantidades reducidas, diversas versiones del proyecto 082, que son algo más modernas que los T-43, pero tampoco están a la altura de los requerimientos actuales. Además, son pequeñas y solo pueden operar en las inmediaciones de la costa. No son capaces de neutralizar minas en los estrechos y ante las costas de las islas lejanas. Esta debilidad de la Marina de Guerra china se debe a la falta de un enemigo hipotético capaz de lanzar importantes ofensivas navales. Cuando estaban mal las relaciones con la Unión Soviética, se suponía que la guerra iba a librarse principalmente en tierra. Y cuando se normalizaron, las minas no eran motivo de preocupación para China, porque el nuevo rival hipotético en los mares, EEUU, no prestaba mucha atención a esa clase de armas. La situación ha cambiado en los últimos años. Desde 2001, los cazas de cubierta estadounidenses F/A-18 ha ido incrementando la intensidad de sus vuelos de entrenamiento para colocar minas navales. A estas misiones se incorporan cada vez más activamente, en la práctica y a nivel de planificación, bombarderos estratégicos B-52 y B-1

Estos aviones son considerados últimamente como la plataforma más promisoria para colocar grandes cantidades de minas. Varios representantes de la jefatura naval de EEUU y muchos analistas militares han hablado en los últimos años de la necesidad de reactivar el potencial estadounidense para el minado. La economía china depende mucho de la importación de materias primas y la exportación de producto final. Con el desarrollo del país, crece su vulnerabilidad ante un posible bloqueo marítimo y una eventual destrucción de las vía de comunicación. China ha progresado notablemente en cuanto a su capacidad de contrarrestar los posibles ataques de portaaviones, pero sigue teniendo un potencial bastante limitado para combatir los submarinos y neutralizar la amenaza de minados. Las barreras de minas colocadas desde el aire o, sigilosamente, por submarinos modernos, nucleares o diésel-eléctricos, pueden ser tácticas eficaces contra China con consecuencias muy graves para su poderío naval. Por lo tanto, parece prácticamente inevitable que China emprenda en los próximos años una vasta modernización de su flota de dragaminas, construyendo nuevos buques y helicópteros de esa clase.


Puedes seguirme a traves de mis paginas Twitter y Facebook  

Comentarios