Los iraquíes reconquistan una ciudad de mayoría chií cercada por el EI.


El ejército iraquí, respaldado por combatientes chiitas y kurdos, rompió el domingo el cerco de los yihadistas a la ciudad turcomana chiita de Amerli, donde miles de habitantes llevaban dos meses atrapados y se estaban quedando sin agua ni comida. 

Los soldados, con el apoyo aéreo de los ejércitos iraquí y estadounidense y respaldados por los milicianos chiitas y combatientes kurdos, entraron en la ciudad situada a 160 km al norte de Bagdad, en lo que supone una de sus pocas victorias de peso contra los yihadistas del Estado Islámico (EI). Las fuerzas iraquíes lograron también expulsar a los yihadistas de las localidades de los alrededores de Amerli que estos controlaban desde el 18 de junio. "Nuestras fuerzas han entrado en Amerli y han roto el cerco", indicó a la AFP el Teniente General Qasem Ata, portavoz de los servicios de seguridad. Nihad al Bayati, quien tomó las armas en Amerli contra los yihadistas, confirmó la entrada de las tropas iraquíes. Los habitantes de esta ciudad de unas 20.000 personas, poblada en gran parte por la minoría turcomana turcohablante, tomaron las armas y resistieron durante más de dos meses a uno de los cercos más largos desde el inicio de la ofensiva yihadista en Irak el 9 de junio. Se estaban quedando sin comida y sin medicinas. 

El sábado, Estados Unidos, Australia, Francia y Gran Bretaña lanzaron unos 40.000 litros de agua potable y 7.000 comidas, según el Pentágono. "En apoyo a la operación humanitaria", Estados Unidos llevó a cabo nuevos ataques aéreos en localidades cercanas contra "los terroristas del EI". La ONU había dicho temer una masacre en caso de una toma de la ciudad por los yihadistas sunitas ultrarradicales. El apoyo aéreo estadounidense, iniciado el 8 de agosto, es la primera acción militar de Estados Unidos en Irak desde que retiró sus tropas a finales de 2011. Ha desempeñado un papel clave en la recuperación por parte del ejército y de las fuerzas kurdas de la presa de Mosul (norte), la más importante del país, el pasado 17 de agosto. Fue entonces la principal victoria ante los yihadistas. El sábado, el ejército estadounidense bombardeó otras posiciones del EI cerca de la presa. Los yihadistas del EI, a los que la ONU acusa de limpieza étnica, también luchan en la guerra en la vecina Siria y han provocado la huida de cientos de miles de personas. Más de 1,6 millón de iraquíes han sido desplazado este año por el conflicto, de los cuales 850.000 sólo en el mes de agosto. 

Según una ONG siria, decenas de mujeres de la minoría yazidí, capturadas en Irak, han sido forzada a convertirse al islam y luego vendidas para ser casadas a la fuerza en Siria a combatientes del grupo. El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, viajará a la zona para la cumbre de la OTAN de los días 4 y 5 de septiembre, donde tratará de formar la mayor coalición de naciones posible contra los yihadistas. Kerry señaló que el presidente Barack Obama propondrá un plan de acción en una reunión de la ONU en septiembre. En Siria, donde el conflicto se ha convertido en extremadamente complejo con la llegada de yihadistas del extranjero, el Frente al Nosra, la rama local de Al Qaida, reivindicó el secuestro de una cuarentena de Cascos Azules fiyianos, capturados el jueves en los Altos del Golán. Otros 75 Cascos Azules, filipinos, que estaban bloqueados debido a los combates, están ahora sanos y salvos, según el gobierno filipino. En tres años y medio, el conflicto en Siria, donde la subida del EI debilitó a la rebelión ante el régimen, dejó más de 191.000 muertos según la ONU y llevó a unos 9 millones de habitantes a huir de sus casa, casi el 50% de la población. (Jesús.R.G.)


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