El desembarco de Almería… o, lo que es lo mismo, un
millar de infantes de Marina involucrados en la «toma» de la playa de
la Garrucha con sus 157 vehículos. Este es el «paisaje» con el que
amanecerá este martes el mar de Alborán que, junto al golfo de Cádiz y
aguas de Cartagena, son los escenarios de los ejercicios navales de la OTAN «Noble Mariner-14» (15-26 de octubre). «Por Tierra, Mar y Aire» tuvo la oportunidad de participar el viernes
en la playa almeriense de El Alquián en los preparativos del «gran
desembarco», ambientado en un territorio hostil y encuadrado en esas
maniobras OTAN en las que, en total, participan 25 buques, 4 submarinos y 4.000 militares.
Como buque estandarte se encuentra el B.A.A. «Castilla»,
cuartel general naval de la OTAN en 2015 en caso de que se active la
Fuerza de Respuesta (reacción rápida) que liderará la Armada Española. Otros buques españoles señalados en la maniobra son el mayor buque de
guerra español, el LHD «Juan Carlos I» -con sus aviones Harrier-, las
fragatas F-102 «Almirante Juan de Borbón» y F-104 «Méndez Núñez», otras tres fragatas clase F-80 y dos cazaminas. Nos centramos ahora en el «gran desembarco de Almería». Como preparativos hemos de señalar que el viernes desembarcamos con el TEAR o Tercio de Armada (base en San Fernando, Cádiz) a bordo de un AAV, el vehículo acorazado anfibio.
Mitad oruga, mitad buque, este mastodonte de hasta 25 toneladas de
desplazamiento es capaz de navegar a 7 nudos (13 km/h) y desplazarse en
tierra a 72 kilómetros por hora. Puede transportar a 18 infantes de Marina y a su propia dotación
formada por un jefe del vehículo que también hace de tirador, un
conductor y un auxiliar. ¿Su secreto? Dos turbinas que se activan en mar
y que ejercen de propulsores. El cabo 1º Juan Antonio Fernández Furelas (jefe y tirador) y la cabo Tania Ardiles
serán nuestros guías en un desembarco que realizamos desde el buque
«Castilla» como preparativo al que tendrá lugar a partir de este
martes.
Nos explican cómo transcurre la maniobra:
primero los AAV se reunirán en un punto de encuentro, partirán en dos
columnas hacia la playa, unos 150 metros antes se situarán de modo que
puedan desembarcar a una distancia aproximada de 50 metros para así
abarcar más playa y evitar accidente alguno, deberán llegar a la hora H
estipulada, calculada en nuestro caso para las 13 horas. Durante la navegación es indispensable no perder el ritmo de ninguna
unidad. Tenemos suerte pues el mar está como un «plato». No obstante,
impresiona la capacidad de estos vehículos de navegar y al mismo tiempo atravesar caminos tierra adentro. En la costa una luz verde anunciará la posición (suele ser roja, pero
nos encontramos en las inmediaciones del aeropuerto almeriense, por
ello se cambia el color).
«La aplicación de la maniobra en la mar en las operaciones anfibias requiere velocidad, capacidad de respuesta y movilidad.
Esto implica proyectar en tierra la máxima potencia de combate
empleando una fuerza de desembarco lo más pequeña posible.
Esta premisa
posibilita que las fuerzas puedan permanecer largo tiempo en la mar,
proporcionando máxima presencia y capacidad de reacción. Este concepto
permite insertar a la fuerza de desembarco cerca o en el objetivo y,
posteriormente, extraerla rápidamente para emplearla en otros objetivos,
empleando la mar como un espacio de maniobra», nos traslada el capitán Juan José Ramírez, quien a bordo del «Juan Carlos I» realiza la labor de oficial de información pública de la Infantería de Marina. Para el ejercicio «Noble Mariner-14», el Tercio de Armada ha desplegado 60 vehículos Hummer
(superan los 20 años de servicio), 4 piezas de artillería
autopropulsada de 155 mm., 2 vehículos de municionamiento, una horquilla
elevadora, un bulldozer, 14 vehículos piraña de línea, 12 remolques u 8
embarcaciones de asalto, entre otros vehículos embarcados
principalmente en el LHD «Juan Carlos I» y también en el «Castilla».
El ejercicio culmen de estas maniobras de la OTAN para probar, en
este caso, la capacidad de los infantes de Marina españoles versará
sobre un desembarco con fuego real de artillería (155 mm.) y morteros
(81 mm.) y fuego simulado naval y de apoyo aéreo cercano, como se nos
explica en un «briefing» previo. A él asisten el general Javier Hertfelder de Aldecoa (comandante del Tercio de Armada) y el contraalmirante Pedro Ángel García de Paredes, como
comandante del Grupo de Acción Naval 2 (encargado de los buques de
asalto anfibio «Juan Carlos I», «Castilla» y «Galicia»). Ambos destacan
la importancia de este tipo de ejercicios para coordinar las diferentes
capacidades y actuar ante escenarios hostiles cambiantes.
OBJETIVO: DEFENDER UN PAÍS OTAN DE UN PAÍS AGRESOR
«La composición de la agrupación reforzada de desembarco está
realizada acorde con la misión encomendada de estar preparada para defender la integridad territorial de un país de la OTAN ante un país agresor,
sin embargo, la inherente flexibilidad de una fuerza anfibia nos hace
capaces de poder reenfocar el objetivo para operar frente a un enemigo
asimétrico en un escenario híbrido de manera que podamos aportar
capacidades únicas de proyección, combate o protección de objetivos de
alto valor, así como la capacidad de realizar incursiones anfibias sobre
objetivos de alto valor, o para ocupar puntos críticos que aporten
ventajas decisivas a la Fuerza».
Es decir, se trata de un ejercicio que combinará el clásico
desembarco con operaciones asimétricas (células terroristas). Todo ello
combinado con alguna sorpresa de guerra electrónica y en un entorno con
zonas de población civil a las que no se puede atacar, claro está. Hay
que decir que, una vez desembarcada, la fuerza se desplazará a la base
«Álvarez de Sotomayor» de la Brigada de la Legión para llevar a cabo el
grueso del ejercicio.
LA AGRUPACIÓN REFORZADA DE DESEMBARCO
¿Quiénes forman una agrupación reforzada de desembarco (ARD en el argot militar)?
1. El puesto de mando del general del Tercio de Armada, con capacidad para planear y conducir todo tipo de operaciones en ambiente hostil y en escenarios de alta intensidad.
2. Una unidad de maniobra sobre la base del primer batallón de desembarco: una compañía mecanizada en vehículos anfibios
(AAV) capaces de desembarcar navegando y continuar su progresión en
tierra ofreciendo a las tropas protección y apoyo de fuegos; compañía aerotransportable y compañía mecanizada.
3. Tiene además unidades de apoyo de combate de zapadores, artillería y unidades contracarro
que le aportan capacidad de defensa, respuesta antes enemigos
fuertemente armados y organizados y una gran capacidad de
autoprotección.
4. Finalmente, la unidad de apoyo de servicios de combate permite permanecer en tierra por largos períodos viviendo de manera austera. La Infantería de Marina es la brigada versátil y fuerza expedicionaria
por antonomasia de las Fuerzas Armadas. Con 477 años de historia sus
últimos escenarios en el exterior contemplan Bosnia y Herzegovina, Irak
(con equipos ACAF de adquisición y control del apoyo de fuegos), Líbano (el último desembarco anfibio tuvo lugar ahí en 2006) o la asistencia humanitaria en Haití tras el terremoto.
Este martes desembarcarán en Almería.
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