THAAD: la última arma 'anti-Corea del Norte' del Pentágono.


Los últimos cálculos apuntan a que, en los próximos cinco años, Corea del Norte podría llegar a contar con hasta 100 bombas nucleares, con las que tendría capacidad para alcanzar a EE.UU. Con esta amenaza en mente, la empresa Lockeed-Martin ha desarrollado para el Pentágono el sistema interceptor de misiles THAAD -siglas en inglés de ‘Área de Defensa Terminal a Gran Altura’-. EE.UU. sabe que el enclave ideal para desplegar el THAAD es Corea del Sur. El general Curtis Scaparrotti, comandante de las Fuerzas de Estados Unidos en Corea –USFK-, ha admitido que recomendó la instalación del THAAD en territorio surcoreano. Si se produjera un conflicto bélico entre las dos Coreas, el THAAD sería un activo de gran valor para el Sur, ya que serviría para neutralizar precisamente el tipo de bombardeo aéreo para el que Pyongyang tendría medios. Estos planes preocupan a China, que vio con recelo el encuentro en la Casa Blanca entre Barack Obama y la presdienta surcoreana, Park Geun-hye. 

Hasta el momento, el THAAD ha registrado un índice de éxito del 100 % en la intercepción de misiles… pero solo para los de corto y medio alcance y durante su fase final de vuelo; ahora bien, son cualidades más que suficientes para enfrentarse al arsenal norcoreano. En vez de tener una cabeza de guerra convecnional, el THAAD sino que recurre a la energía cinética para alcanzar los misiles que se le marquen como blanco. Cuenta con un sistema de lanzamiento de ocho misiles, con un radio de alcance de 200 km; es decir, 50 km más que el sistema L-SAM que está desarrollando la propia Corea del Sur, y que no estará listo al menos hasta 2023. Su actual sistema Patriot de Capacidades Avanzadas –PAC- sólo tiene un radio de entre 20 y 35 km. A finales de 2016, la Agencia de Defensa contra Misiles de EE.UU. –la MDA- espera elevar a 155 el número total de sistemas THAAD entregados. (Jesús.R.G.)


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