Canadá rediseña unos nuevos requisitos en la búsqueda de su futuro caza.


La reciente llegada al poder del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha supuesto la apertura de una profunda revisión de la defensa del país. El nuevo ministro del ramo, Harjit Sajjan, ha ordenado una serie de estudios en torno a la compra de equipamiento militar, al tamaño de las fuerzas armadas y a sus teatros de operaciones. La nueva política incluye la búsqueda de unos requisitos diferentes a los contemplados para el futuro avión de combate con el que Ottawa sustituirá a su actual flota de 78 cazas CF-18. En un artículo firmado el martes por John Ivison en el diario de Toronto The National Post se revela que los responsables del programa ya están redibujando los requerimientos del concurso reabierto el pasado noviembre tras la cancelación de los planes de compra previstos de 65 F-35 Joint Strike Fighter. Trudeau ya prometió durante su campaña que no compraría los aviones desarrollados por Lockheed Martin si ganaba las elecciones. 

La intención del anterior gobierno conservador de adquirir el avión norteamericano fue fuertemente criticada por una supuesta manipulación de los requisitos en favor del F-35. Además, una auditoría calculó hace tres años que el coste de estos aviones de quinta generación sobrepasaría los 40.000 millones de dólares canadienses (en torno a 27.600 millones de dólares estadounidenses al cambio actual), lo que llevó Ejecutivo de aquel momento a ampliar la búsqueda a cinco fabricantes. Además del F-35 –fabricado por un consorcio del que forman parte nueve países, entre ellos Canadá–, los otros candidatos consultados fueron la también norteamericana Boeing, constructora del F/A-18 Super Hornet; la francesa Dassault, que oferta su Rafale; la sueca Saab, fabricante del Gripen, y el consorcio de capital británico, alemán, italiano y español Eurofighter, que construye el avión del mismo nombre. 

El favorito aparente del nuevo proceso seguía siendo el F-35, hasta que llegó Trudeau y reabrió el concurso el pasado noviembre, como ha informado Infodefensa.com, lo que supone el segundo reinicio en tres años del mayor programa de adquisiciones militares en la historia de Canadá. En principio el F-35 también concurre a la nueva licitación, si bien Trudeau volvió a recordar recientemente que en el mercado “hay muchos otros cazas probados a precios mucho más bajos que podemos utilizar” como alternativa. Mientras se elige y se recibe el futuro caza, Ottawa ha encargado una actualización de sus actuales CF-18, construidos con McDonnell Douglas –la empresa fue absorbida por Boeing en 1997– para mantenerlos operativos hasta mediados de 2015, un lustro después del momento en el que se había programado su retiro: 2020. (Jesús.R.G.)

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