Tensión en el Mediterráneo: la escalada de tecnología militar en el norte de África.



Foto: Submarino iraní. (Wikipedia)

Submarino iraní
Una de las más inesperadas consecuencias de las primaveras árabes ha sido la súbita aparición de una carrera de armamento naval en el Mediterráneo sur. Egipto y Argelia han relanzado de repente sus dotaciones navales (algunas casi arqueológicas) con una súbita compra masiva de navíos. Túnez también ha invertido en su armada, aunque desde presupuestos y con objetivos mucho más pequeños. Hasta Libia ha mostrado su interés por reconstruir su armada en los raros momentos de menor tensión en su guerra civil. Y, por supuesto, Marruecos sigue reforzando su marina de guerra y mejorando sus instalaciones portuarias. En los próximos años, esta zona del Mediterráneo se va a encontrar con varias agrupaciones de combate más que serias, centradas en buques anfibios y con armamento moderno y letal. Lo que no acaba de quedar claro es cuál es la amenaza a la que pretenden enfrentarse.

El primer ejemplo es Egipto, que desde el golpe de Estado de 2013, y especialmente desde el ascenso a la presidencia del exgeneral Al Sisi en junio de 2014, ha iniciado un ambicioso programa de rearme que incluye múltiples adquisiciones de armamento: nuevos cazas (Dassault Rafale franceses, MiG 29 rusos), helicópteros de ataque (Mi-35 rusos), sistemas antiaéreos (S-300 rusos), misiles antitanque y antibuque y, sobre todo, toda una nueva flota naval. La armada egipcia se ha convertido ya, y con enorme rapidez, en una de las más importantes del Mediterráneo.

El primer ejemplo es Egipto: desde el golpe de Estado de 2013 ha iniciado un ambicioso programa de rearme y compra de tecnología militar
La mayor compra fue la de los dos buques anfibios de clase Mistral que Francia había construido para Rusia y que quedaron sin entregar tras la invasión de Ucrania, la anexión de Crimea y las subsecuentes sanciones europeas a aquel país. Los barcos, uno de los cuales acaba de ser entregado a la marina egipcia donde operará con el nombre de ENS 'Gamal Abdel Nasser', serán el núcleo de dos grupos de tareas, uno en el Mediterráneo y otro en el Mar Rojo. Estos buques están protegidos por las cuatro corbetas clase Gowind, también adquiridas por Egipto, y probablemente por fragatas de clase FREMM, y equipados con helicópteros antisubmarinos y de ataque Ka-52 Alligator. Los Mistral pueden llevar hasta 30 helicópteros en situación de emergencia, y transportan entre 450 y 1.000 tropas y hasta 40 vehículos que pueden desembarcar mediante dos catamaranes EDA-R.



El helicóptero antisubmarino y de ataque Ka-52 Alligator
Las corbetas Gowind versión 2500, de las que hay cuatro pedidas y en construcción, están equipadas con misiles antiaéreos VL Mica en 16 celdas verticales y también llevan ocho misiles antibuque Exocet, además de un cañón OTO Melara de 76 mm, dos NEXTER Narwhal de 20 mm y dos montajes triples de lanzatorpedos. Diseñadas con criterios furtivos, las Gowind disponen de plataforma para operar helicópteros, radares y sonares, además de señuelos para engañar radares atacantes.

La fragata clase FREMM es un barco mucho mayor con sus 6.000 toneladas de desplazamiento; está armada con un lanzador vertical de 16 celdas para misiles de crucero SCALP (versión de ataque a tierra del Storm Shadow), ocho misiles Exocet antibuque, un cañón OTO Melara de 76 mm y lanzadores de torpedos, todo guiado por un sistema de radar Herakles. La versión francesa lleva un helicóptero pesado NH-90 navalizado; el ejemplar egipcio ha sido bautizado ENS 'Tahya Misr', pero comenzó su vida en la marina francesa con el nombre de 'Normandie': la prisa egipcia era tal que la armada gala cedió la nave ya operativa. Al parecer, Egipto negocia la adquisición de otra FREMM y dos Gowind más.
 
Submarinos alemanes
A estas adquisiciones se une la compra de cuatro submarinos clase Tipo 209 diésel eléctricos de construcción alemana. Los Tipo 209 adquiridos por Egipto (versión 1.400) desplazan alrededor de 1.500 toneladas, tienen 55,9 metros de eslora y una tripulación de 30 submarinistas; pueden desplazarse a 11 nudos en superficie y 22 sumergidos, tienen una autonomía superior a 10.000 millas y 50 días y son la versión más moderna de un modelo diseñado en los años setenta y muy exportado (60 unidades de 12 marinas diferentes).

Egipto cuenta con otros cuatro submarinos de fabricación china, fragatas de clase Oliver Hazard Perry y hasta 45 lanchas torpederas
Uno de ellos ya ha sido entregado, y el resto lo será a partir de 2016. Egipto cuenta con otros cuatro submarinos clase Romeo de fabricación china que han sido modernizados en los últimos años. Además, la lista de la armada egipcia cuenta con cuatro fragatas de clase Oliver Hazard Perry de los años ochenta, varias fragatas más antiguas y hasta 45 lanchas torpederas y lanzamisiles, cuatro de ellas de la moderna clase Ambassador armadas con misiles antibuque Harpoon. Con estas naves se pueden formar dos potentes grupos de tareas, cada uno centrado en un Mistral y sus helicópteros y capacidades de desembarco y escoltado por dos Gowind y (cuando llegue la segunda) una FREMM y quizá una Oliver Hazard Perry además de un submarino. 

Cada uno de esos grupos supondrá un serio vuelco de la situación en su área ya que dispondrá de la capacidad de realizar ataques de misiles, aéreos y terrestres en cualquier punto de las costas, además de defenderse y atacar a cualquier flota que intente impedírselo. No se trata solo de ampliar las capacidades antiterroristas, de control de migraciones y del área económica nacional: estas dos formaciones tienen capacidad de proyección estratégica. Y su súbita llegada en términos de estrategia naval, donde los planes de construcción suelen durar décadas, hace pensar en cuál puede ser la necesidad egipcia de esta flota.

La armada soviética de Argelia
Lo mismo ocurre con Argelia, que de los restos de una armada de origen soviético casi geriátrica ha creado en los últimos años en plena época de turbulencia social una sustancial armada. Basándose en la necesidad de proteger las conexiones gasísticas con Europa de cualquier posible interferencia, el país ha adquirido un buque anfibio de 8.800 toneladas que opera con el nombre de 'Kalaat Beni-Abbes', un derivado mejorado de la clase San Giorgio italiana. El barco argelino tiene 143 metros de eslora, 21,5 de manga y está diseñado para llevar tres helicópteros pesados o cinco ligeros. Puede transportar 440 soldados y 15 tanques. Dispone de un cañón de 76 mm, 16 células verticales para misiles antiaéreos ASTER y dos cañones de 25 mm. Su tripulación es de 150 marineros y tiene un alcance de 7.500 millas náuticas a 20 nudos; últimamente ha sido visto en la recientemente ampliada base naval de Mers el Kebir.

Rusia está construyendo dos submarinos de la clase Kilo que se unirán a los otros cuatro de esa clase más antiguos de los que ya dispone Argelia
submarino clase kilo
Submarino clase Kilo argelia
No es la única compra reciente de la armada argelina. Rusia está construyendo dos nuevos submarinos de la clase Kilo que se unirán a los otros cuatro de esa clase más antiguos de los que ya dispone el país. Dos de ellos fueron recientemente modernizados para extender su vida útil; los Kilo más recientes desplazan unos 3.000 toneladas sumergidos, disponen de seis tubos lanzatorpedos y pueden llevar hasta 18 torpedos pesados o 24 minas. Esta última capacidad es especialmente importante, dado que Mers el Kebir no está lejos del Estrecho de Gibraltar. Se considera que las versiones más avanzadas de la familia están ente los submarinos diésel eléctricos más silenciosos y letales en operación. 

En Alemania se han construido también dos fragatas clase MEKO 200AN, buques de 3.400 toneladas de desplazamiento fuertemente armados con un cañón de 127 mm, dos de 25 mm, 16 misiles antibuque SAAB RBS, 32 células de lanzamiento vertical para misiles antiaéreos DENEL Umkhonto-IR y dos tubos lanzatorpedos. También llevan de dotación un helicóptero pesado. La familia ha sido muy exportada, con 25 ejemplares activos en siete armadas diferentes.

La armada argelina tiene encargadas tres fragatas (o corbetas) de la clase C28A construidas por China, con opción a otras tres más, en dos clases especializadas en guerra antisubmarina y antiaérea, respectivamente. Se trata de buques de 2.800 toneladas de desplazamiento, 120 metros de eslora y 114,4 de manga y alrededor de 100 tripulantes, que disponen de hangar para un helicóptero antisubmarino ligero. Además, llevan un cañón de 76,2 mm, dos sistemas de defensa de punto Tipo 730, un lanzador de misiles antiaéreos FM-90N y dos lanzadores de misiles antibuque C-802 (total, ocho misiles de cada tipo). Han entrado ya en servicio dos, con la tercera prevista para este mismo año.



También se han recibido dos corbetas clase Tigr, versión de exportación de la clase Steregushchy rusa. Las Tigr son barcos de 1.800 toneladas de desplazamiento, 104,5 metros de eslora y 11,6 de manga con una tripulación de 90 marinos y 15 días de autonomía, durante los cuales tienen un alcance de 3.800 millas náuticas. Disponen de un cañón naval de 100 mm, un sistema de defensa de punto Kashtan CIWS-M y dos AK-630M, dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque Kh-35 y 12 células verticales para lanzamiento de misiles antiaéreos Redut, de la familia S-350 Vityaz. Se cree que Argelia está interesada en al menos otras dos Tigr.

A estos buques modernos se unen barcos más antiguos como tres fragatas clase Koni de los años ochenta modernizadas, así como tres corbetas clase Nanuchka fabricadas por Rusia en los años ochenta y otras tres clase Djebel Chenoua de fabricación local (1988, 1995 y 2001). Además la armada argelina cuenta con varias decenas de lanchas rápidas, entre ellas al menos 21 de la clase FBP tipo 98 de 30 metros de eslora, armadas con un cañón de 30 mm y capaces de alcanzar los 30 nudos de velocidad. En su inventario se contaban 9 lanchas de misiles soviéticas clase Osa II construidas en los años ochenta y tres buques anfibios de desembarco también de esa época.

Con esta nueva flota, Argelia cuenta con capacidades antes insospechadas, especialmente para estrategias del tipo denegación de área y minado de zonas estratégicas. Aunque los buques y sistemas no están considerados como de primera línea ni muy aptos para funciones ofensivas, sus capacidades son más que suficientes para suponer un serio riesgo para cualquier atacante. Y desde luego desbordan con mucho los principales problemas actuales en la zona, como son la inestabilidad interna, el terrorismo, el tráfico de drogas y la migración ilegal.

¿Qué hay de Túnez, Libia y Marruecos?
Los vecinos de Argelia desde luego no están en condiciones de plantar cara a semejante arsenal. Libia se encuentra en plena guerra civil, con varios gobiernos controlando diversas zonas y una flota demediada que ya partía con una composición de pocos barcos bastante obsoletos; se cree que tan solo están operativas una fragata clase Koni y algunos buques menores (ninguno de los submarinos clase Foxtrot que llegó a tener).

La última fuerza naval en el norte de África es la Real Marina Marroquí, que desde 2012 ha recibido una fragata clase FREMM
Mientras la situación interior no se estabilice, el principal riesgo que supone para la seguridad en el Mediterráneo no es militar, sino de tipo policial, aunque el país ha mostrado su interés futuro en mejorar sus fuerzas armadas. Túnez, por su parte, dispone de unas cuantas lanchas patrulleras y lanzamisiles, muchas de estas últimas bastante antiguas, todas ellas dedicadas a la persecución del tráfico ilegal de drogas, personas y armas. De la marina siria muy poco queda tras estos años de guerra civil, y la armada israelí es un caso especial diseñada como está exclusivamente para la protección costera y la proyección de fuerza a largas distancias.


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La última fuerza naval en el norte de África es la Real Marina Marroquí, que desde 2012 ha recibido una fragata clase FREMM en configuración antisubmarina y tres clase DAMEN Sigmade dos subtipos diferentes. Los cuatro son barcos capaces armados con cañones de 76 mm, misiles antiaéreos y antibuque y una pista de aterrizaje y hangar para helicópteros. El país cuenta también con dos fragatas clase Floréal de fabricación francesa botadas en 2002 y 2003, varias corbetas antiguas y algunas patrulleras con misiles de la clase Lazaga construidas en los años ochenta. Marruecos no dispone de buques anfibios, por lo que el reciente refuerzo de la flota de su vecino Argelia supone una pérdida de la primacía local.

Fragatas clase Floréal marruecos

En conjunto, la situación es un tanto extraña. Dos países recién salidos de crisis internas graves y aún inestables que aparentemente no se enfrentan a amenazas serias están invirtiendo en la expansión de sus flotas de combate, dotándolas de capacidades de proyección de fuerza, intervención remota y denegación de área muy considerables. Aunque una marina de guerra no nace simplemente comprando barcos y los años de tradición y de patrulla en aguas azules son importantes para que una fuerza naval madure y llegue a ser efectiva, la súbita aparición en una región turbulenta del globo de dos flotas semejantes desde luego que cambiará el panorama, siquiera local. El Mediterráneo sur es ahora una zona mucho mejor armada. Y eso tendrá consecuencias. (Jesús.R.G.)

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