A principios de este mes, una delegación de los Estados Unidos gubernamentales y empresariales voló a Nueva Delhi. Su misión: tranquilizar al gobierno indio de que los EE.UU. quieren
realmente reponer su flota de combate con aviones F-16. Es la decisión correcta
para un montón de razones - algunas de ellas potencialmente incómodas
para la nueva administración Trump. La Fuerza Aérea de la India está trabajando para sustituir su flota de
cazas de tercera generación, aviones de la era soviética, con un máximo de 250
cazas que podrían defender sus intereses si surgen contra China y
Pakistán un conflicto. A finales del año pasado, la India acordó la
compra de 36 Rafales franceses, pero la mayoría de sus pedidos nuevos
aviones de combate será llenado a través de una competencia entre el
sueco JAS 39 Gripen y de Estados Unidos F-16 Fighting Falcon.
Rendimiento y coste ayudarán a determinar el resultado, pero el gobierno
de la India también ha estipulado que el ganador también tendrá que
comprometerse a producir el caza en la India. Es una condición previa
que puede que no sienta bien con funcionarios de la administración Trump
que se centró en la preservación de empleos en Estados Unidos. Pero
sellar le acuerdo sería un paso importante en el fortalecimiento de los
lazos entre Estados Unidos y la India. Eso es deseable debido a que los
dos países comparten ambos valores democráticos y una creciente
preocupación sobre China geopolítico. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://www.defenseone.com/
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