China pide reunificación con Taiwán.




El presidente chino, Hu Jintao, pidió la reunificación pacífica de China con Taiwán durante las celebraciones de hoy con motivo del centenario de la Revolución de 1911 que acabó con la caída del imperio manchú, la última dinastía china.

"Deberíamos poner fin a los antagonismos a ambos lados del estrecho (de Formosa), curar las heridas del pasado y trabajar juntos para lograr el gran rejuvenecimiento de la nación china", manifestó Hu, en declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias Xinhua. El concepto de "rejuvenecimiento de China" fue acuñado por Sun Yat-sen y otros pioneros de la Revolución de 1911, y "debe ser la aspiración común de todos los compatriotas a ambos lados del estrecho de Taiwán", apostilló Hu.

Taiwán, escindida de China en 1949 tras perder los nacionalistas del partido Kuomintang la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong, celebra hoy también el aniversario de la rebelión de Wuhan, inicio de la República de China, que se estableció el primero de enero de 1912 en el país asiático y luego fue trasladada a la isla al final de la guerra. La Revolución de 1911 dio comienzo el 10 de octubre, con el levantamiento armado que puso fin a la dinastía Qing (1644-1911) y con ella a dos mil años de régimen imperial, lo que culminó con la creación del primer gobierno republicano en Asia.

El conflicto de soberanía entre China y Taiwán vuelve a estar de actualidad estos días debido a la aprobación de la administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de poner al día parte del armamento de Taiwán, con el que mantiene un acuerdo de defensa a pesar de que diplomáticamente reconoció a China en 1979.

A pesar de que las tensiones en el estrecho de Formosa se han suavizado desde la ascensión al gobierno democrático del taiwanés Ma Ying-jeou en 2008, Pekín sigue apuntando a la isla con más de un millar de misiles para prevenir que proclame su independencia formal. En los últimos días, Pekín ha alertado a Washington de que la venta de armas a Taiwán, que consiste en una puesta al día de sus equipos pero no de los últimos modelos de F-16 que pedía Taipei, dañará las relaciones entre China y EEUU.

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