Obama ordenó personalmente un ataque cibernético contra Irán.

El gusano informático Stuxnet que sacudió a Irán hace dos años formaba parte de un programa secreto de guerra cibernética ordenado personalmente por el presidente estadounidense, Barack Obama, asegura el corresponsal en Washington del diario "The New York Times" en un nuevo libro. Según la fuente, Obama ordenó una serie de ataques cibernéticos contra Irán, entre los que estaba el gusano Stuxnet. Y cuando la opinión pública conoció lo ocurrido en el verano de 2010, el presidente ordenó que se acelerara la acción secreta con el nombre en clave de "Olympic Games" (Juegos Olímpicos).

Así lo asegura el corresponsal jefe en Washington del diario, David E. Sanger, en un nuevo libro del que se publicaron algunos extractos y en el que hace referencia a informaciones de los círculos de seguridad estadounidenses. La Casa Blanca no quiso hacer declaraciones al respecto. El portavoz suplente Josh Earnest dijo ante periodistas que no podía ni confirmar ni desmentir las informaciones. Tampoco respondió a la consulta de si se trataba de una "indiscreción intencional". "Existen buenos motivos para que ese tipo de informaciones sea secreto. Publicarlas representaría una amenaza para nuestra seguridad nacional", comentó Earnest a bordo del avión presidencial.

'¿Debemos pararlo?'
Entre las fuentes del periodista se encontrarían personas que estuvieron presentes en una reunión de crisis convocada después de que el Stuxnet fuese detectado. "¿Debemos pararlo?", preguntó entonces el presidente. Pero como no estaba claro cuánto sabían los iraníes sobre el software, se decidió continuar. En las semanas posteriores se atacó la central atómica iraní de Natanz con una nueva versión del gusano y después con otra más. Los últimos ataques dejaron inactivas temporalmente unas 1.000 de las entonces 5.000 centrifugadoras para enriquecer uranio de la central.

Stuxnet era un gusano informático muy avanzado, capaz de atacar exclusivamente sistemas industriales de Siemens en su configuración típica de centrifugadoras nucleares. El objetivo era el sistema de Siemens Simatic S7, utilizado en instalaciones industriales para dirigir y supervisar procesos técnicos.

Diseño 'típico' de occcidente.
La configuración de Stuxnet hizo que los expertos sospecharan desde el principio que el objetivo era Irán. Además, el software era tan complejo y costoso que sólo podía ser obra de servicios secretos occidentales. Según el texto, fue desarrollado por especialistas estadounidenses e israelíes, y para ponerlo a prueba se hizo una reproducción "virtual" de la planta de Natanz en Estados Unidos. No se podía decir con exactitud cuáles fueron las repercusiones del ciberataque, escribe Sanger, que investigó durante un año y medio para escribir la obra.

La Casa Blanca estimaba que el programa nuclear iraní había sufrido un retroceso de entre 18 y 24 meses, mientras que otros expertos más escépticos sostienen que los científicos iraníes lograron recuperar rápidamente la marcha en el enriquecimiento de uranio y que el país ya cuenta nuevamente con suficiente material para cinco o más armas nucleares. Obama era consciente de que con ese operativo estaba desatando un nuevo tipo de guerra, señala Sanger citando a los participantes del encuentro secreto. Su preocupación era que con la admisión de los ciberataques otros países u organizaciones terroristas también pudieran atacar de esa manera. Pero esperaba poder evitar con ese método un ataque militar israelí contra Irán, que tendría consecuencias impredecibles para toda la región.

Según la fuente, Stuxnet fue detectado por un error de software. El gusano, que según el plan no debía salir nunca de las instalaciones de Natanz, pasó a la computadora de un ingeniero que, al conectar el aparato a Internet, hizo que el virus se expandiera por toda la red debido a que el software no reconoció que ya no se encontraba dentro del sistema de la central. Según las fuentes citadas por el periodista, el error estuvo en una modificación de Stuxnet hecha por los socios israelíes.

El programa de la guerra cibernética fue bautizado en tiempos de George W. Bush, pero los expertos terminaron el complejo virus durante el mandato de Obama, que dirigió el programa y autorizó cada paso personalmente, afirma Sanger.

Fuente: http://www.elmundo.es/el

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