La Academia General Básica de Suboficiales (III), parece que "por fin" se cierra.


No creo descubrir nada nuevo si comienzo este artículo manifestando que, desde el día 31 de mayo de 1974 en el que se publicó en el DO. nº 125 la creación de la Academia General Básica de Suboficiales, ha existido un pertinaz interés en suprimirla, no habiendo pasado un solo día en el que no se conociese algún rumor tan interesado como irresponsable, que dejaba en el ambiente una sensación de precariedad a pesar de que, también día a día, su prestigio alcanzaba cotas más altas, dentro y fuera de nuestras fronteras, por la calidad de los suboficiales que en ella se formaban y las constantes mejoras de sus instalaciones. Por eso, cuando el 26 de marzo pasado llegó el "nuevo" rumor del cierre de la Academia, no diese mucha credibilidad a la noticia amparado en una larga experiencia de reiterados y maliciosos intentos. 

El tema no era novedoso pues las justificaciones que se habían dado anteriormente, influenciadas por las circunstancias de cada momento, siempre se basaron en la coincidencia de dos componentes esenciales: la reducción de centros de enseñanza por razones económicas por un lado, incluso cuando la situación era boyante a nivel nacional, y el sutil y constante goteo de perversas interpretaciones sobre su utilidad intrínseca, peligroso argumento basado en una subjetividad inaceptable, por el otro. 

En consecuencia, los sucesivos razonamientos para evitar la medida que se invocaban hasta "convencer" al JEME de turno, estuvieron siempre basados en estos parámetros: 
 a).- Con la desaparición de la Academia se perdía la base fundamental que sirvió para la creación de la "Básica", es decir, la UNIDAD en la formación de los suboficiales y el imprescindible factor de COHESIÓN que consigue que los alumnos sean los principales protagonistas de un tronco común en el centro donde se forman y posteriormente, ya suboficiales, en sus destinos. Lo contrario es recular decenas de años hasta reencontrarnos con las caducas escuelas y academias regimentales o de aplicación que egresaban suboficiales, extranjeros unos de otros. 

b).- Con el cierre no se produce el pretendido ahorro pues los gastos en el Capitulo 1 no se reducen, ya que el personal militar irá a otros destinos y el civil será absorbido por organismos de otros ministerios o de la Generalitat, como habitualmente ha ocurrido en similares ocasiones, y los de los otros Capítulos no tienen entidad suficiente pues, según parece, el coste de la Academia (sin nóminas) es de unos 3,5 millones de euros al año, lo cual supone el cero coma, mil ceros y al final un uno del presupuesto de Defensa. Además, si la trasladan, se supone que los alumnos también gastarán en su nueva ubicación agua, luz, gas, y bolígrafos y folios para escribir. Argumentos subsidiarios o complementarios de los anteriores fueron otros tan subjetivos como su ubicación geográfica o la escasez de mandos que voluntariamente ocuparon sus plantillas. El primero de ellos, se descalifica por sí mismo toda vez que nunca se definía el origen desde el que se aventuraba tal comentario. 

La Academia estaba en el fin del mundo, descentrada, donde no sé quién hacía tal o cual cosa. La pregunta era y es obligada: ¿descentrada de dónde?, ¿lejos de dónde? En mi libro "Retazos de una Historia", conmemorativo del XXV Aniversario de la creación de la Academia, dejé muy claro, con datos objetivos obtenidos de diarios y boletines oficiales que el tópico de que la mayoría de los mandos habían sido destinados con carácter forzoso era una burda y malintencionada falacia pues de los 1.418 destinados entre 1974 y 1999, período abarcado por el libro, el 53% lo fue con carácter voluntario y con un período de permanencia media cercano a los tres años. Y aún se podría afinar más, relativizando los datos de tenientes y sargentos para quienes su primer destino a la salida de sus academias tenía el carácter de forzoso de acuerdo con el criterio estándar mantenido por Personal. Y lo mismo se podría decir de aquellos mandos cuya permanencia en el destino, por permitírselo las normas sobre vacantes, era mínima, a veces de días, lo cual distorsiona las estadísticas a la baja. 

¿Y, hoy en día? Pues no hay que pedirle peras al olmo, como reza el dicho, pues si tenemos en cuenta que el actual período de rumorología del cierre de la Academia funciona muy intensamente desde hace unos tres años, es más que lógico pensar que los mandos se retraigan en el legítimo ejercicio de sus derechos e intereses profesionales y familiares, unos, y que los que ya están destinados busquen un acomodo futuro más estable. No olvidemos que también antes se hablaba de eufemísticas "racionalizaciones" como ahora se hace con el "cierre temporal" y en el ánimo de todos estaba y está que si se produce el cierre, la "Básica" no volverá a funcionar en su ubicación actual y, muy posiblemente, en ninguna otra. Estoy seguro que si se consigue dar carta de naturaleza, bien consensuada, a la continuidad de la Academia con misiones claras y de amplio ejercicio formativo (no cuatro escasos meses al año) pronto volveremos a ver los boletines llenos de mandos voluntarios dispuestos a cubrir sus plantillas. Acabamos por hoy. 

El documento que se había filtrado, y que pronto recorrería el mundo de internet, manifestaba que se procedería al "cierre temporal" de la Academia "por no ser imprescindible mantenerla abierta el próximo año", lo cual provocó sutiles comentarios maliciosos sobre la inexistencia de similares decisiones en relación con otros centros de enseñanza que tampoco disfrutan de un ratio de ocupación satisfactorio como ocurre con las academias de Caballería, Artillería e Ingenieros. ¿Y qué decir de las Escuela/Academia de Suboficiales de la Armada y Aire?, ¿Y la de los Cuerpos Comunes? En definitiva, el cierre de la Academia suponía un mazazo demoledor y un inmerecido y triste epílogo a 38 años de fecunda historia, al tiempo que se infería una mancha sobre su merecido prestigio de estar considerada cómo uno de los mejores centros de formación de suboficiales del mundo. 

Fuente: http://www.revistatenea.es/

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