Pulso entre los Gobiernos por la sede de EADS-BAE.


Nuevas dificultades para el éxito de una fusión entre EADS y BAE. Los Gobiernos de Alemania, Francia y Reino Unido mantienen un pulso para determinar dónde se ubican las sedes clave de un grupo integrado. La idea inicial era que el negocio relacionado con la defensa tuviera su cuartel general en Londres mientras que el aeronáutico se quedara en Toulouse (Francia). Sin embargo, el Ejecutivo de Angela Merkel no quiere perder poder en un posible consorcio fusionado y pretende que la sede central se establezca en Ottobrunn, cerca de Múnich. 

Lagardère urge a revisar las condiciones de la fusión EADS-BAE · El presidente del grupo europeo quiere preservar los intereses galos. La fusión entre el consorcio europeo EADS y el grupo británico BAE Systems, que crearía el líder mundial del sector de aeronáutica y defensa, se encuentra amenazada por la actitud de su principal accionista privado galo, el magnate Arnaud Lagardère, que ha pedido que se revise la operación. Arnaud Lagardère, presidente de EADS y principal accionista privado del grupo, ha solicitado a los dirigentes del consorcio aeroespacial europeo y del grupo británico EADS que revisen el proyecto de fusión de las dos entidades, desvelado el pasado día 12, para preservar mejor los intereses de los actuales accionistas franceses. 


“Ese proyecto, más allá del potencial industrial y estratégico que se le supone, no ha demostrado hasta ahora que sea creador de valor para EADS”, afirmó ayer el magnate galo de los medios en un comunicado hecho público ayer, informa Efe. Dueño del 7,5% de las acciones de EADS y gestor del 22,5% de su capital junto al Estado francés, la posición de Lagardère supone un jarro de agua fría para el proyecto de integración impulsado por los dirigentes de EADS y de BAE, que daría lugar al líder mundial de la aeronáutica y la defensa, con una facturación cercana a los 100.000 millones de dólares (77.560 millones de euros). La actitud del principal accionista privado francés del consorcio supone un nuevo golpe para el proyecto, que está siendo examinado con lupa por los Gobiernos francés, alemán y británico, muy pendientes de una operación que afecta a sectores tan sensibles como la aeronáutica, la defensa y la industria espacial. 


El proyecto de fusión, tal y como fue presentado el pasado día 12, prevé que Berlín, París y Londres tengan derecho de bloqueo para la entrada de cualquier accionista por encima del 15% del capital del nuevo grupo. Además, se estudia la forma en la que Washington, uno de los principales clientes de la nueva entidad (en particular, gracias a los contratos de BAE con el Pentágono) pueda también tener influencia en la nueva entidad. La prensa germana ha publicado que Francia y Alemania han acordado actuar de común acuerdo frente a la fusión y, según algunos medios, tienen previsto controlar el 9% del capital cada uno del nuevo consorcio. Los Gobiernos reclaman también un derecho preferente de compra de las acciones de Lagardère y de Daimler. Además de la participación del magnate galo, Francia controla de forma directa un 15% de EADS. Los alemanes defienden sus intereses a través de Daimler, con un 22,3%. España mantiene un 5,44% a través de la SEPI.

Fuente: http://www.defensa.com/

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