Estado de alerta en las Fuerzas Aéreas y Espaciales rusas.


El Ministerio de Defensa ruso organizó a tempranas horas de este lunes una inspección sorpresa del estado de preparación para el combate del Ejército, entrando en alerta tanto las tropas de las Fuerzas Aéreas como las del Ejército Aeroespacial. "El Presidente de la Federación de Rusia, durante el informe final de evaluación del Ejército y la Marina del Distrito Administrativo del Sur el 13 de mayo de 2013 en Sochi, mandó seguir supervisando el estado de preparación militar y la capacidad del Ejército para realizar tareas en diferentes ámbitos", comunicó el jefe del Estado Mayor, el general Valeri Guerásimov. "Para ello, esta mañana el ministro de Defensa ordenó establecer el estado de alerta y prepararse para realizar las tareas asignadas. […] Asimismo, se realizarán pruebas de lanzamiento de misiles en el polígono Ashluk", agregó. "Para la operación, que consistirá en una serie de tareas de capacitación para el ataque y la defensa aeroespacial, se han movilizado un total de 8.700 efectivos, 185 aviones y 240 vehículos de combate", explicó Guerásimov. 

Además, el Ministerio de Defensa aseguró que las unidades de defensa antiaérea deberán eliminar objetivos reales -evitando tocar a los de su bando- que ejercerán de enemigo e intentarán crear un ambiente de guerra real. Asimismo se llevarán a cabo ejercicios que tendrán como objetivo interceptar ataques aéreos con misiles de gran tamaño. Los sistemas de defensa antimisiles que se instalarán cerca de la ciudad de Astracán, deberán neutralizar los ataques 'enemigos'. Para esto se utilizará el sistema S-300. El S-300 no disparará al aire, sino que lo hará a objetivos reales representados por blancos aéreos y balísticos. 

En la 'zona de conflicto' también habrá incursiones masivas de aviones de caza de las Fuerzas Aéreas, que imitarán acciones 'enemigas' a cualquier altitud y velocidad. Además, gracias a los sistemas radioelectrónicos, que intentarán complicar las acciones de los S-300, se recreará también un escenario de guerra electrónica. El 28 de marzo el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio por primera vez en los últimos años una orden para llevar a cabo misiones de control sobre la preparación de las tropas del sur. Al día siguiente el mismo presidente supervisó personalmente las maniobras, en las que participaron 7.000 soldados, 30 barcos, más de 250 vehículos, 50 armas de artillería, 20 aviones de combate y helicópteros. El pasado febrero tuvo lugar una nuevo ejercicio de preparación para el combate del Distrito Militar Central ruso, cuyo principal objetivo era comprobar la capacidad del comando de este distrito militar para cooperar y desplegar las Fuerzas Armadas en las direcciones estratégicas específicas. 

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