Londres presiona a la UE para que declare grupo terrorista a Hezbolá.

Reino Unido está ganando terreno entre sus socios comunitarios para penalizar a la rama militar del grupo chií Hezbolá. Los expertos de la Unión Europea se reunieron ayer en Bruselas para discutir si incluyen a la organización en la lista comunitaria de organizaciones terroristas, una decisión delicada que Bruselas ha evitado adoptar durante años y que debe adoptarse por unanimidad. Londres encontró más apoyo del habitual a su propuesta, aunque la mayoría aún rechaza dar ese paso en adelante, según explican fuentes diplomáticas. Los expertos británicos argumentan que tras el atentado ocurrido el pasado julio en Bulgaria, atribuido a Hezbolá, urge catalogar a esta organización como terrorista. En el ámbito nacional, Reino Unido ya lo hace, pero insta a tomar esa decisión en el seno comunitario. La implicación de la milicia libanesa en el conflicto sirio —apoya activamente al régimen de Bachar el Asad— ha amplificado la petición británica, de forma que las tradicionales reticencias francesas a catalogar a Hezbolá como terrorista han empezado a vencerse. Más allá de Francia, también Alemania respaldó a Reino Unido en su iniciativa. Pero el bando de los opuestos (como Suecia) y, sobre todo, el de los indecisos sigue reticente a ese cambio de actitud. 

La mayoría de los Estados argumenta que considerar como terrorista a una organización que forma parte del Gobierno de Líbano y que tiene un importante arraigo en la zona agravaría aún más los conflictos existentes en Oriente Próximo. Los expertos que deben decidir sobre este asunto volverán a reunirse antes de que termine el mes para intentar pactar una postura común. Ese grupo solo se cita, con gran secretismo, dos veces al año —en junio y en diciembre, en salas aisladas en las que ni siquiera se permite el uso de móviles—, pero la urgencia de tomar una decisión sobre Hezbolá ha llevado a los diplomáticos a fijar otra cita dentro de dos semanas aproximadamente. El punto más débil de la posición británica es la falta de pruebas concluyentes sobre lo ocurrido hace casi un año en Bulgaria. El ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Kristian Vigenin, ha dicho esta mañana que solo tiene “indicaciones” de que Hezbolá pueda estar detrás del atentado en un autobús que costó la vida a seis personas. “Es importante que la decisión de la UE no se base solo en ese atentado porque las evidencias que tenemos no son claras”, advirtió el ministro. Se trata de un cambio de postura del nuevo Gobierno búlgaro respecto al anterior, que pidió a los Ejecutivos europeos que tomaran medidas contra el grupo armado libanés tras el atentado de Burgas.

Fuente: http://internacional.elpais.com/

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