Dañado por el fuego el bombardero B-2 entra de nuevo en servicio.

Después de cuatro años en reparaciones, 'Espíritu de Washington' bombardero B-2 vuelve activo.

Cuando, en febrero de 2010, uno de los cuatro motores del bombardero B-2 Spirit se posó en la base de Andersen (Guam), la Fuerza Aérea de los EE.UU. dijo que nada terrible sucedió, recuerda swampland.time.com 2 de Enero. "Servicios de bomberos rápidamente extinguieron un incendio en el compartimiento del motor, con daños menores", informó el siguiente día de publicación Pacific Daily News (Guam) con referencia a la declaración del servicio de relaciones públicas del Ala 36.

El avión de nuevo entró en servicio el 16 de diciembre 2013, casi cuatro años después de que se incendiara. Tanto tiempo, en recuperar la aeronave, dice que la máquina con alas compuestas recibió más daño del que informó, así como la evidencia de la complejidad de este tipo de reparación de aeronaves. Durante la sesión informativa, que tuvo lugar en 2010, la BBC informó que "el estudio de la creación de nuevos tipos de instrumentos y métodos que permiten a los servicios de bomberos reducir el tiempo en facilitar la penetración en el interior del avión, fabricado de materiales compuestos." El hecho de que el fuego interno muy próximos a los composites no resulto fácil girarse y casi imposible de conseguir dentro de la estructura del avión con un conjunto existente de herramientas como K-12 (sierras de fuego). Cabe señalar que los incendios en piezas de aviones fabricados en metal, es mucho más fácil y no requiere una reparación de tanto tiempo como en B-2. La complejidad se ha añadido es que no es el mismo tipo de avión que se encuentran facilmente y que podría haber muchas piezas de repuesto. 
 
 
Las piezas requeridas fueron encontradas en los almacenes, los componentes que faltan se hicieron de nuevo. Tuvo que pasar mucho tiempo y esfuerzo para devolver el avión de vuelta a la Fuerza Aérea, dijo un portavoz de Northrop Grumman David Masur, la reparación se llevó a cabo por la Fuerza Aérea. BBC informó que la aeronave regresó al servicio y restaurada la "capacidad para atacar con ojivas convencionales y nucleares, superar el sistema de defensa aérea del enemigo". Sobre la cuestión del costo de las reparaciones no se recibió respuesta. De los 21 aviones B-2, el armamento de la Fuerza Aérea de EE.UU., uno se perdió durante la crisis en 2008 (accidente ocurrió poco después de despegar - foto abajo), los pilotos fueron expulsados con éxito. El segundo incidente es en el caso anteriormente descrito.

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Comentarios

  1. Este avión es bastante caro pero puede hacer un buen destrozo cargado con 16× Bombas nucleares B61 o B83

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    1. y su eficacia esta bien comprobada participo en tres campaña en la guerra de kosobo 1999, afganistan 2001 y la de irak 2003

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  2. KOSOVO Todo comenzó a fines de 1970 cuando, como sucedió con el F-117, la USAF decidió comenzar a pensar seriamente en la idea de un avión invisible al radar. Esta tecnología furtiva debía torcer nuevamente la balanza de la Guerra Fría hacia el lado occidental. Se pensó que estos aparatos penetrarían sin ser detectados en territorio soviético, evadirían los radares y podrían descargar en cualquier momento su carga nuclear, dando un golpe tan devastador y sorpresivo que nada podría contrarrestar. El desarrollo de esta arma tan maravillosa comenzó en 1981.
    Al comienzo, la idea del Pentágono era comprar 132 aviones, para así formar una gran fuerza disuasoria. Los B-2 deberían reemplazar casi totalmente a los demás bombarderos, convirtiéndose en la espina dorsal de la fuerza. Esto costaría la enorme cifra de 22 mil millones de dólares. Pero eso no era problema al comienzo, ya que, debido a la naturaleza ultrasecreta del proyecto, nadie sabía de su costo. Además, la administración Reagan, famosa por sus derroches en materia de defensa (como el proyecto Guerra de las Galaxias, una enorme red de satélites y laser antimisiles que nunca se concretó), le dio al Pentágono un acceso especial al presupuesto de defensa: básicamente, un cheque en blanco para lo que fuera. Muchos dicen en contra del B-2 que los precios exorbitantes que se pagaron son a causa de maniobras no muy limpias: los contratistas no fueron licitados sino elegidos a dedo, y nadie controló si los precios podían ser reducidos. Nada salía de los círculos militares, y de esta manera todos los informes que debían ir al Congreso o a informar a los ciudadanos era clasificado. El velo fue muy efectivo, y nadie, ni siquiera la URSS, se enteró del programa.
    Sin embargo, no todo podía durar para siempre. En 1988, el Congreso sufrió una sorpresa enorme al descubrir lo concerniente a esos 22 mil millones de dólares y los 132 aviones invisibles. Pero el asunto era todavía peor; en esos pocos años, el gasto total se había disparado a los 70 mil millones.
    Casi nadie en el Congreso sabía nada del B-2, y esta revelación tan impactante no hizo más que abrir un debate terrible, que todavía continúa. ¿Porqué valía tanto esta aeronave ? ¿Realmente compensaba su precio? Y no todo terminaba allí: al caer el comunismo en la Unión Soviética, y desaparecer el gran enemigo, para el cual el B-2 había sido diseñado, ¿para qué comprar algo tan caro?
    El escándalo provocado por el exagerado precio del B-2 se mezcló en esa época con la presentación del F-117. Ambos programas fueron muy criticados, ya que este supuesto caza costaba en la época muchísimo más que un F-15 de última generación (31 millones de dólares de esa época, en comparación con los 119 que se decía costaba el «caza invisible»).

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