Un directivo de Airbus volará con el A400M para recuperar la confianza.


El accidente del A400M en Sevilla ha dejado cuatro muertos, dos heridos y una difícil crisis de confianza en el producto estrella de Airbus Defence and Space, Airbus DS. Para luchar contra esta última, que se ha traducido en una caída en Bolsa de las acciones de la compañía multinacional, el presidente de Airbus en España y jefe de la división Military Aircraft, Fernando Alonso, que ya fue piloto de pruebas de este avión, volverá este martes por la tarde o el miércoles por la mañana a ponerse a los mandos para un nuevos ensayos de vuelo. Alonso, en una comparecencia en la que no ha admitido preguntas, quiere así recuperar el prestigio de un aparato europeo afectado por el accidente del sábado, cuando un A400M en pruebas calló a algo más de un kilómetro y medio de la pista de la que acababa de salir. Los propios trabajadores han reclamado transparencia a la dirección y el máximo responsable de la planta ha asegurado este lunes que tendrán toda la información, pero respetando los protocolos de seguridad. 

El accidente ha provocado que Alemania, Reino Unido, Turquía y Malasia paralicen las operaciones con su flota de este avión de transporte militar. En Viena, el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha expresado su preocupación por las repercusiones que puede tener el accidente del A400M en Sevilla porque Airbus da trabajo a 50.000 españoles y dijo que espera que ese proyecto "vuelva a tomar el vuelo a una gran velocidad". El máximo responsable de la división militar de Airbus no ha querido adelantar hipótesis alguna sobre las causas del accidente. El directivo ha reclamado a las empresas y a los trabajadores que respeten la discreción del equipo de ingenieros que se ha puesto al frente de la investigación en colaboración con las comisiones estatales y judiciales abiertas. "La realidad es que debemos demostrar nuestra profesionalidad a pesar de nuestro dolor", ha señalado Alonso. El juez ha recibido ya con las cajas negras del avión siniestrado, donde se registran todas las comunicaciones de los miembros de la tripulación. 

Sáenz de Santamaría 
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría, ha asegurado que la investigación de Fomento y de Defensa es "muy rigurosa y exhaustiva". "Es un momento en el que lo que tenemos que hacer es trabajar todos desde el rigor, con una investigación completa y muy exhaustiva", ha explicado Sáenz de Santamaría a los periodistas durante una visita al municipio sevillano de Espartinas. Ha resaltado que el programa de fabricación del modelo siniestrado es muy importante para el país y por ello hay que ser muy rigurosos, trabajar mucho y hacerlo con la máxima coordinación. El contrato entre Airbus Group y los siete Estados que participan del programa, firmado en 2003, incluye el pedido de aviones para los países clientes: 60 unidades para Alemania, 50 para Francia, 27 para España, 25 para Reino Unido, diez para Turquía, siete para Bélgica y una para Luxemburgo. 

El coste total del programa asciende a 31.000 millones de euros. Concretamente, Hasta ahora se han efectuado un total de 184 pedidos de A400M, los mencionados y cuatro más para Malasia. Suráfrica había pedido ocho aviones, pero se retiró del proyecto. Los problemas derivados de los retrasos acumulados por el proyecto han supuesto un incremento de 11.200 millones de euros, un 55% más sobre el presupuesto original. En 2010, España, Alemania y Francia inyectaron entre 1.000 y 1.500 millones de euros adicionales para el programa A400M. Airbus DS preveía duplicar en 2015 las entregas del A400M y pasar de ensamblar nueve a 18 aviones. En marzo de 2016, está previsto entregar el primer A400 a Malasia, primer cliente de exportación de la aeronave y que se unió 2005 a la OCCAR —integrada por Alemania, Bélgica, España, Francia, Luxemburgo, Turquía, Reino Unido y Malasia—. (Jesús.R.G.)


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