Rusia renovará Ejército filipino suministrándole drones y rifles.

Los presidentes de Rusia y Filipinas, Vladimir Putin (dcha.) y Rodrigo Duterte, respectivamente, se reúnen en Lima, capital peruana, al margen de la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en inglés), 19 de noviembre de 2016.

Rusia ofrece a Filipinas venderle un submarino, junto a drones, y material militar para impulsar el programa de modernización del Ejército filipino. El ministro filipino de Defensa, Delfin Lorenzana, hizo el anuncio el viernes durante un acto público en la capital, Manila, donde explicó que la Cartera que dirige rechazará la adquisición de un submarino porque es demasiado caro y los militares no lo necesitan por el momento. 

No obstante, agregó, el Ministerio de Defensa está estudiando la adquisición de aviones teledirigidos y fusiles de francotirador. Están muy interesados en mantener una cooperación militar con nosotros”, dijo el ministro de Defensa filipino, Delfin Lorenzana. De igual modo, recordó que durante una reciente visita que hizo a Rusia, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Perfecto Yasay, las autoridades rusas se mostraron muy interesadas en ampliar la cooperación militar con Manila. “Están muy interesados en mantener una cooperación militar con nosotros”, dijo Lorenzana. Aunque reconoció que esto no supone un preludio de una alianza militar con Rusia, precisó que ambos Estados cooperarán probablemente en el entrenamiento y el intercambio de personal y algunos observadores en los ejercicios militares. El ministro filipino de Defensa adelantó, además, la decisión del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, de realizar una visita de Estado a Rusia en abril o mayo. 

Estos hechos se producen en momentos de alta tensión en las relaciones entre Washington y Manila, dos antiguos aliados que viven una guerra de palabras desde la llegada de Duterte al poder en junio. EE.UU. y sus aliados europeos critican al actual Ejecutivo filipino por su campaña antidroga en su país. Debido a las críticas del Occidente y las injerencias de Washington en los asuntos internos de Filipinas, Duterte se ha acercado en los últimos meses a Rusia y China. Ha tomado medidas para poner fin a la presencia militar de EE.UU. en su territorio, e intenta sustituir a Washington por Moscú y Pekín en la compra de armas. Para la próxima semana, es decir, del 2 al 7 de enero, se prevé la llegada del destructor antisubmarino ruso Almirante Panteleyev y el petrolero Boris Butoma al puerto de Manila, una visita que busca impulsar las cooperaciones militares entre ambos Estados. (Jesús.R.G.)

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